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—Es lindo porque estás aquí.

—Bah, estás mintiendo.

—Si no hubieras venido conmigo estuviera encerrado en la habitación y no hubiera notado si había una piscina o una playa…. Me alegro de que estés aquí, conmigo.

Cuando cenaron y subieron a la habitación ella pensó que dormirían pero no fue así, justin propuso un juego que empezó adivinando las capitales de los países y terminó con ellos desnudos, haciendo el amor en la alfombra.

Cuando llegó el martes sentía que los nervios la carcomían, nunca había estado en una reunión con dueños de diferentes compañías a nivel internacional, quería quedarse en la habitación pero luego pensó que como esposa de Justin acompañarlo en esos eventos era una necesidad. Al principio no sabía qué ropa ponerse, había llevado varios vestuarios formales para decidir por uno pero todos le parecían raros. 

Lo peor es que tendría que estar en ese evento al menos cuatro horas porque había incluso una comida en el restaurante del hotel organizada para cuando finalizara la reunión. Al final se puso una blusa blanca, unos pantalones que eran amarillos por detrás y por delante eran coloridos y unos tacones negros, se maquilló resaltando sus ojos y sus mejillas rosadas, se arregló el pelo y se puso una chaqueta negra que había comprado recientemente. Y al mirarse al espejo por primera vez se sintió como lo que era… La esposa de un Millonario. 

Justin enfocó la vista en ella y sonrió. —Estas hermosa, cielo. Le dijo.

—Gracias, tú igual. Y realmente él lo estaba, vestido totalmente formal con traje se veía como un bombón sacado de alguna revista de modas. Cuando iban en el ascensor, Justin se puso unos lentes de sol que sacó del bolsillo y les pasó un par. — Póntelos. Le dijo. 

— ¿Por qué? Preguntó curiosa.

—Ya lo verás.

Y realmente lo vio. Cuando salieron, la asaltaron al menos diez flashes de cámaras fotográficas diferentes. La prensa estaba fuera del hotel, y cuando cruzaron por ese lado nirvana sintió que ellos se la tragarían, cuando finalmente llegó a la sala de reuniones vio como a dos camarógrafos, pero la cosa adentro era más aterradora. Había al menos cincuenta personas, todos se veían como ejecutivos. Y entonces ella se puso más nerviosa de lo que estaba, justin se desenvolvía bastante bien y en menos de diez minutos le había presentado a algunos amigos. Uno de ellos empezó a hablar de cifras y cosas que ella no entendía, entonces supo que el momento no podía ser más incómodo. —Estaré fuera unos segundos, no te importa ¿Verdad? Le dijo. 

— ¿Estarás bien? Le preguntó observándola.

—Claro, contestó tratando de mostrar la seguridad que no tenía.

Empezó a caminar por los alrededores del local admirándolo. Era bonito, pero demasiado elegante. Había un ventanal del cual se podía ver a lo lejos el mar, cómo deseaba estar ahí. — ¿Tú también quieres ir a la playa? Preguntó una chica detrás de ella. 

— ¿perdón? 

—Que si tú también quieres ir a la playa. Repitió la chica que aparentaba tener la misma edad que ella. —Soy Rebecca, ¿Cómo te llamas?

—Humm, Me llamo Nirvana, respondió mirando a la rubia frente a ella.

—Si no te interesa puedes venir con nosotros. 

— ¿Nosotros? Preguntó confundida. 

—Sí, estamos haciendo una especie de reunión para escaparnos de aquí.

CONTINUARÁ...

Amor Destructivo. Disponible en Físico & PDF (Links in bio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora