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Escritora: Samara García. Fb: www.facebook.com/samara.garcia.378 Twitter: SamG_Belieber

Justin no se contuvo, no sabía lo que ella tenía pero simplemente la quería sentir entre sus brazos y sin importar que estuvieran en el jardín la pegó de una pared y la levantó, — Te deseo, y tú también lo haces, le susurró al tiempo que la besaba fuerte. 

Nirvana rodeó su cintura con sus piernas para no caerse mientras se aferraba a él, ¡Maldita atracción! Cada día se sentía más y más adicta a él, sentía que caía en un laberinto de salida, odiaba sentirse así, pero era inevitable, él desabrochó su camisa, casi rompiéndole los botones, e hizo lo mismo con su sostén, acarició cada ceno con mimo, ella no quería gemir pero era inevitable, pequeños soniditos escapaban de su boca sin querer, sentía sus manos en todas partes, tan solo el hecho de que sus senos estuvieran al descubierto y estuvieran chocando con su pecho la excitaba, la excitaba que ella estuviera casi desnuda y él totalmente vestido, la excitaba todo.

Un grito de placer escapó de sus labios al sentir como él la penetraba bruscamente, se aferró a sus labios para que no ser escuchada, Justin sonrió mientras abandonaba sus labios y besaba su cuello, cuatro, cinco, siete golpes más y ella sentía que no podía más, buscó sus labios nuevamente y gritó mientras sentía que se corría, tres golpes más y él apoyó todo su peso en ella. Apoyó su frente en la de ella y le dio un tierno beso.

De repente se escuchó la voz de jake, él la bajó al piso rápidamente mientras la ayudaba a arreglarse el uniforme, le indicó con sus dedos silencio, mientras la guiaba por la parte trasera de la casa, rodearon parte del jardín sin hacer ruido, nirvana iba delante de él, —¿Entramos aquí? Le preguntó ella frente a la puerta del cuarto del servicio limpieza.

Él asintió, y abrió la puerta lentamente, todo estaba oscuro pero nirvana conocía ese lugar, tenía una puerta adentro que daba acceso al pasillo de las habitaciones, caminó hacia ella y la cerró, respiró hondo, ahora estaban en medio de la oscuridad, en un cuarto que olía a detergentes, sintió cuando Justin tomó su mano y la sentó en sus piernas, recordaba que había un antiguo sofá, — ¿Repetimos? Le preguntó mientras la acariciaba.

— ¿Estás loco? Casi nos descubren.

Él sonrió, —Dame un beso.

Nirvana sonrió, estaba loca, bien loca, accedió a su beso, y luego a otro, y después otro, y así terminaron haciéndolo nuevamente. 

Amor Destructivo. Disponible en Físico & PDF (Links in bio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora