106.-El próximo cap es el epílogo.

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—Perdóname, dijo lentamente con lágrimas resbalando por sus mejillas.
Justin, firma, le dijo Nirvana sentándose en la cama y levantando la mano en la que él tenía el bolígrafo. —No quiero hacerlo, respondió él observándola. 
— ¡Hazlo maldita sea! Le gritó. —Quiero acabar con esto ¡Hazlo!
Él se sentó y suspiró más no dijo nada. Observó el papel Y Puso su firma en donde debía. Luego lo rompió en muchos pedazos. —No me importa si nos divorciamos, tú no te irás de aquí, no dejaré que lo hagas y si tengo que amarrarte a esta cama no dudes que lo haré. 
Ella se llenó de rabia y empezó a golpearlo, Justin la tomó ambas manos y la alejó de él. —Tú y yo vamos a resolver todo esto por las buenas o por las malas.
Nirvana respiró hondo, tenía que escaparse pero no conseguirá nada si seguía con esa actitud, asintió y miró hacia otro lado. —Necesito beber agua.
Justin alzó una ceja, era obvio… No le creía. 
— ¿No me puede mover dentro de esta casa? Le preguntó poniéndose los zapatos y caminando hacia la puerta. —Deja de mirarme así, no me iré. 
Lo vio asentir y voltearse para recoger sus ropas, en ese momento tomó lentamente las llaves que había dejado en la mesita, él ni siquiera lo notó. Salió de la habitación y estaba rumbo a la salida cuando recordó que tenía algo que hacer. 
Caminó en dirección a la cocina, observó a las gemelas con las que había estado justin casi follando, ellas estaban hablando entre ellas y sonriendo. Nirvana soltó una risita. —Tú, y tú le dijo señalándolas. —Están fuera. Recojan sus cosas, se van de aquí. 
Hada la observó asombrada. — ¿En serio? Preguntó ella.
Nirvana sonrió. —Sácalas de aquí, le dijo marchándose.
Esas perras no se iban a burlar de ella. Corrió hacia la salida y se subió a su vehículo. No tenía nada de dinero y ni siquiera sabía qué diablos iba a hacer. Sin pensarlo, fue a su apartamento, sabía que esa era una idea estúpida, ya que ese sería el primer lugar en el que justin la buscaría, pero al menos ahí había dinero, lo tomaría y buscaría algo de ropa. Solo serían unos minutos. Si era rápida lo podía lograr.
Cuando entró en el apartamento, empezó a rebuscar los lugares donde había puesto dinero. Introdujo en su bolsillo todas las papeletas que pudo encontrar y luego en una pequeña maleta introdujo algo de ropa, luego de cerrarla la arrastró hasta la sala. Estaba nerviosa, y para colmo sentía malestar en su estómago. Era el día más extraño que había tenido en su vida. 
Se dirigió a la puerta y cuando giró el pomo fue empujada hacia atrás. Justin estaba ahí, había abierto la puerta de manera tan brusca que hizo que los cuadros que estaban en la pared se movieran. Retrocedió. Él estaba bastante enojado, se veía como si quisiera golpear cosas o como si la quisiera golpear a ella. Tragó en seco. 
Jadeó asustada. Quiso correr pero él sin tan siquiera esperar un segundo la tomó por los hombros y la pegó bruscamente a la pared. —Te dije que no te librarías de mi tan fácil, le dijo en tono bajo. —Te lo advertí. 
—No voy a estar a tu lado, le respondió mirándolo a los ojos. —Esto se acabó. 
— ¿Se acabó? ¿Así de fácil? ¿Crees que es fácil para mí?
Nirvana se encogió de hombros. —Ya no te amo, le dijo tratando de sonar lo más creíble posible. 
—Eso es mentira, le dijo justin con los ojos tristes. — ¡Me estás mintiendo! Le gritó pegándola más fuerte contra la pared y sacudiéndola bruscamente. 
Ella sintió que se rompía por dentro pero la única manera posible que veía era mentirle. Él la empujó con tanta fuerza que ella cuando cayó al piso se golpeó contra la pared. — ¡Me estás mintiendo! Le volvió a gritar acercándosele. —Me vas a decir la maldita verdad o te golpearé, la amenazó. 
Nirvana se encogió de hombros limpiándose las lágrimas que se derramaban por sus mejillas. —No me importa que me golpees. 
Justin apretó los puños y empezó a tirar todas las cosas a su alrededor mientras lloraba. Nirvana lo observó con lastima. ¿Qué habían hecho con su relación? ¿En qué se habían convertido? Ni siquiera estaba segura de que lo amaba completamente, solo quería ser feliz de una buena vez por todas. No quería a alguien que la volviera a engañar, no quería tener que sufrir por alguien más. Se sentía demasiado rota. ¿Cómo podía amar a otra persona si no podía amarse a sí misma? 
Ni siquiera se reconocía. Extrañaba los días en los que no sentía odio ni rencor por nadie, en los que se la pasaba ayudando a cualquier persona que necesitara de su ayuda. ¿Cuándo había dejado de ser ese tipo de persona para convertirse en lo que era ahora? Había cometido el mayor error de su vida al meterse al mundo de Justin. Él estaba más dañado que ella. Lo único que habían logrado al juntarse había sido destruirse.
No pudo evitar el sollozo que salió de sus labios. Estaba realmente mal. Ambos lo estaban. — ¡Deja de mirarme así! le gritó Justin empujando una silla contra una pared. Ella quería detener las lágrimas pero no podía. — ¡Deja de mirarme como si me tuvieras lástima! Le gritó nuevamente. —No me mires como si fuera un animal herido, no es así como quiero que me veas. 
—Lo siento… dijo nirvana… —Lo siento… pero no podía dejar de mirarlo así, realmente no sentía rabia hacia él sino pena. Pena de la persona en la cual se había convertido. Viendo cuan al extremo habían llevado su relación. 
—Yo no soy un animal herido, le dijo deslizándose por la pared hasta quedar en el suelo. —No me veas así, dijo lentamente mientras abrazaba sus piernas y rompía a llorar. 
Nirvana sintió que su corazón se rompió en mil pedazos. No podía verlo así. Realmente sabía que tenían que terminar pero en ese momento no podía simplemente alejarse, no dejándolo así. Gateó hasta él y lo observó. Levantó una de sus manos y le acarició le pelo sonriendo tristemente mientras lloraba. No se pudo contener y lo abrasó con fuerza. 
—Haré lo que quieras… Lo que quieras… le dijo alzando el rostro. —Pero no me dejes… No lo hagas.
Nirvana asintió. ¿Realmente podía alejarse de justin? ¿Realmente podía dejarlo e iniciar otra vida? ¿Podía irse de su lado y pensar que no había pasado nada entre ellos? Ya sabía la respuesta para eso. Definitivamente no. 
Sintió que sus rodillas dolían. Se trató de parar pero él se lo impidió. Se acercó a ella y la pegó a sus labios de manera brusca. Ella se entregó al beso, sentía sus manos por todas partes pero entonces algo dentro de ella empezó a moverse, sentía que tenía el estómago revuelto. Se alejó de él y cerró los ojos, como si se esforzara por no vomitar. — ¿Qué te pasa? Escuchó que le preguntaba justin. — ¿Estás bien?
Ella negó aún con los ojos cerrados, él se paró y la levantó en brazos llevándola hasta la cama. — ¿Quieres que vayamos a ver a un doctor? Le preguntó.
Ella negó sentándose en la cama. Ay joder, que ya sospechaba lo que tenía. Tal vez y todo eso se debía a que su periodo menstrual estaba retrasado. Respiró hondo y observó a justin, el cual la observaba expectante sentado en la cama de frente a ella. — Justin… dijo lentamente… —Creo que estoy embarazada. 
Él se quedó observándola sin decir nada. Luego de unos segundos sonrió. —Ahora con menos razón te dejaré librarte de mí, le respondió alzando las cejas de forma divertida.
Nirvana gimió con frustración acostándose en la cama.

Amor Destructivo. Disponible en Físico & PDF (Links in bio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora