Amor Destructivo. Disponible en Físico & PDF (Links in bio)

92.

—Ah, dijo Nirvana cruzándose de brazos, —En su habitación. 
Justin sonrió y se acercó a ella, tan cerca que sus respiraciones chocaban, tomó su cara en ambas manos y la besó fuerte y violento. Y justamente en ese momento nirvana no sabía si esa era una respuesta o estaba tratándole de decir algo pero no podía alejarse de él. No en ese instante. 
Sintió como él bajaba una de sus manos desde Su cuello hasta donde estaba el nudo de la bata, la separó con los dedos y rodeó su cintura apretándola más contra él. — Anda, que te ves linda cuando estás celosa, le susurró dejándole caer la bata al piso. 
Nirvana aguantó la respiración al sentir sus manos deslizarse por todo su cuerpo, desde su clavícula, pasando por sus senos y apretando sus pezones hasta su cintura. Su cerebro se descontroló, era como si no fuera consiente De muchas cosas y a la vez sí. 
Justin la alzó en sus brazos y la pegó de la pared tan fuerte que ella pensó que el pequeño cuadro que había se iba a caer, nirvana se despegó de sus labios y empezó sacarle la camisa, trataba de despegar sus botones pero no lo estaba consiguiendo. Sintió que Justin punía su mano encima de la de ella. —No hay tiempo para eso, le dijo y empezó a bajarse la cremallera. 
El corazón de nirvana se aceleró y tan solo saber lo que él le haría a continuación le arrancó un gemido. Vio a justin sonreír y entonces lo sintió donde lo quería, justamente en donde lo quería y como lo quería. 
Empezó a gemir y sentía que no resistiría mucho, sentirlo golpeando en su interior le nublaba los sentidos a tal punto que no pensaba en otra cosa que no fuera culminar. Luego de dos embistes más se corrió gritando. Sentir que se liberaba era como si la transportaban a otro mundo y en fracciones de segundos era devuelta, lo sintió tensarse en su interior entonces él también se corrió. 
Se quedaron unos segundos sosteniéndose el uno al otro y luego justin la depositó en el suelo, nirvana se metió en la cama y se acurrucó entre las sabanas y observó cómo justin se metía al baño, no fue consiente de cuando volvió ya que al poner la cabeza en la almohada se durmió.
Los domingos solían ser aburridos por norma, pero no ahí. No en ese paraíso tropical. Se levantó temprano, observó a justin, aun dormía, sonrió… él no solía dormir hasta tarde, verlo dormir le revolvía esa fibra sensible en su interior, termino de organizar la ropa en el armario sin hacer ruido y organizó un pequeño bolso con protector solar, toallas, lentes de sol…Luego se dispuso a ponerse un traje de baño negro monísimo que había comprado.
Lo observó, aún seguía dormido, pidió el desayuno a la habitación y cuando llegó se subió en la cama y empezó a llenarlo de besos. Lo vio moverse hacia otro lado con los ojos cerrados. —Vamos a disfrutar de la playa, juntos. Le susurró abrasándolo.
—Un ratito más. Respondió frotándose los ojos.
—Me iré sola. Dijo y se paró de la cama pero entonces sintió que la jalaban y la tiraban a la cama nuevamente. —No harás eso, lo escuchó decir y entonces sonrió cuando él la envolvió entre sus brazos. —No pensarás salir de aquí sin mi ¿Verdad? Le susurró. 
Ella negó mientras lo besaba. 
Luego de desayunar y ponerse ropa cómoda ambos salieron de su habitación. Se escuchó que alguien se aclaraba la garganta detrás de ellos. —No jodas, justin.
— ¿Qué? Preguntaron ambos girándose para observar a Sonia vestida totalmente de blanco.
— ¿No deberías estar leyendo algo sobre la reunión de mañana?
—No, respondió mirándola como si ella fuera un extraterrestre. —Es domingo.
Hubo un silencio incómodo. —Reconoce que no tienes a nadie, le dijo nirvana sonriendo. 
Más silencio.
Nirvana la observó, ella aparentaba estar sola. Y realmente la entendía, a veces los seres humanos solían refugiarse dentro de una coraza para no mostrar sus verdaderos sentimientos. Suspiró y le brindó una sonrisa. —Vamos, baja con nosotros, iremos a la playa.