Baby, I'm yours.

I. ¿Aceptas?

Me he quedado total y completamente sin habla al escuchar salir esas palabras de los labios de Alex.

"¿Alexandra Hutton, te casarías conmigo?"

Una avalancha de emociones me invaden, unas cuantas lágrimas se amontonan en mis ojos luchando por salir.

Es imposible para mí decir algo, ni siquiera sé qué diablos pasa por mi mente, una parte de mí está más que segura que no tengo absoluta y completamente nada que pensar pero por otro lado ¿esto es muy apresurado?, no tenemos ni siquiera un año saliendo oficialmente, ¿realmente quiero pasar el resto de mi vida con él? Estoy más que consciente que en la época actual divorciarse es de lo más normal pero siempre he pensado que en primer lugar, nadie contrae matrimonio con la idea que se va a divorciar así que no tengo por que pensar en eso  y en segundo lugar siempre he sido de la idea de que si me casaría sólo sería una vez y tiene que ser con la persona ideal, ¿Alex es la persona ideal? ¿cómo saber si él o cualquier otra persona es la "la ideal"?

Es una imagen realmente estremecedora la de él arrodillado en frente de mí con un anillo color verde claro, casi aguamarina en la mano, rodeado de centenares de aquellas azules florecillas en un bello atardecer dentro de un bosque inglés.

-¿Aceptas?- Insiste el cantante.

Salgo de mi ensimismamiento y casi en automático asiento con la cabeza sin parar.

Un momento...  ¿siquiera lo analicé?

Turner se levanta del pasto, me coloca el anillo en mi dedo anular derecho, me abraza y me da un intenso y apasionado beso, tan apasionado que al abrazarme me levanta del suelo.

Todos estos raros sentimientos se juntan, no sé como reaccionar. ¡Le he dicho que sí quiero casarme con él, y vaya que quiero hacerlo! Pero hay algo que me hace pensar mucho las cosas, un pequeño atisbo de duda, inseguridad, ¿cuál es el motivo? Ni siquiera yo misma puedo explicarlo. 

Nos separamos unos instantes, él sostiene mi rostro con ambas manos y limpia una lágrima que sin darme cuenta yo misma, recorre mi mejilla.

-¿Estás bien, querida?- Cuestiona el cantante con cierta preocupación, mirándome fijamente.

Salgo una vez más de mi ensimismamiento, intento con todas mis fuerzas alejar esos pensamientos de mi cabeza.

-¡Sí, mejor que nunca! ¡Y sí quiero casarme contigo! Y ya sé que ya lo dije, bueno, no lo dije pero...-

Alex me da un beso. Las palabras vienen sobrando, está más que claro que ambos queremos estar juntos.

Mis pensamientos son un remolino dentro de mi cabeza, mi corazón late salvajemente dentro de mi pecho, estoy casi temblando; me siento como una adolescente en su primera cita. Aún no asimilo en su totalidad todo esto.

-¿Regresamos? El sol se oculta, pronto anochecerá.-

-¡Sí! Tienes razón.-

Nos tomamos de las manos y regresamos por el sendero que recorrimos minutos antes. El sol empieza a caer, lo cual deja el paisaje aún más hermoso, hecho que consideraba casi imposible.