XXXV. El elegido.

783 49 25
                                        

-Bueno, pueden empezar a deliberar. Creo que elegiré este vestido.- Menciono con algo de desánimo. Como comenté, este vestido me gusta mucho pero no estoy completamente loca por él.

-Disculpa la intromisión pero no suenas muy convencida. Te has probado 5 vestidos y ninguno te ha enamorado por completo, ¿cierto?- Pregunta Sam algo apenada.

-Sí.- Digo con tono decaído.

-Déjame hacer un último intento, ¿sí?-

-¡Por supuesto!-

Samantha nos deja una vez más.

-Pueden debatir, regresaré al probador, ¡veamos qué me depara el destino ahora!-

-¡Claro!- Responden las chicas.

Estoy atravesando el pasillo rumbo al probador cuando siento que alguien me agarra de la mano, volteo a ver y me doy cuenta que es mi madre.

-Aly, no importa el vestido que elijas, ¡te verás como la princesa que eres! ¡Eres la chica más bella de todas, no importa qué uses!-

La miro fijo, sonrío, mis ojos empiezan a humedecerse. Rápidamente mi madre se pone de pie y ambas nos abrazamos.

No entiendo qué acaba de pasar. ¿Ha cambiado de opinión respecto a la boda? ¿Realmente la conmovió verme probar todos esos vestidos? No lo sé y siento sincera temo preguntar así que sólo me centro en este preciso momento.

Respiro profundo para no llorar, realmente no quiero manchar con maquillaje alguno de estos vestidos carísimos.

-Ven conmigo.- Le digo a mi madre, nos tomamos de las manos y me acompaña al probador.

Conversamos un rato ahí cuando llega Samantha con dos mujeres más, traen una gran funda color blanco. ¡Espero que no sea otro vestido de princesa Disney!

-¡Tengo lo que buscas! Tuve que buscar en lo más profundo de la bóveda de vestidos pero estoy casi segura que te gustará.-

-¡Wow, suena prometedor!-

Samantha y sus compañeras sacan el vestido de su protector y mis ojos no dan crédito a lo que ven.

¡ES JUSTO LO QUE QUIERO! ¡ES EL VESTIDO DE MIS SUEÑOS!

-¡Mamá!- Exclamo perpleja.

-¡Sí! ¿es ese, cierto?- Dice mamá sorprendida.

-¡Y eso que no te lo has puesto aún!- Dice una de las empleadas.

Todas las presentes me ayudan a ponerme el enorme vestido y una vez que lo tengo puesto no puedo dejar de mirarme en el espejo, ¡es un sueño!

-¡Aly, te ves preciosa! ¡Debes escoger este!- Exclama mi madre enjugándose las lágrimas.

No puede evitarlo un segundo más y se echa a llorar.

-¡Vamos ma! ¡No llores!- Digo conteniendo el llanto. La abrazaría pero apenas puedo moverme parada en el podio, el vestido pesa un poco y temo caerme.

-¡Es que no puedo creerlo! ¡Te ves hermosa! ¡Y vas a casarte!-

-¡Tranquila mamá!- Rio. -¿Entonces es este, no?-

-¡SÍ! ¡TIENES QUE COMPRARLO!-

-¿Quieres verlo con unos accesorios?- Pregunta Sam mientras le da unos pañuelos a mi madre.

-¡Sí!-

-¿Como qué te gustaría, un velo corto, largo, una mantilla corta, larga, con encaje?-

-Una mantilla con encaje, larga, la más larga.-

-¡Excelente, vuelvo en seguida!-

Samantha sale casi corriendo del vestidor.

Baby, I'm yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora