Estoy llegando a casa, mi padre ha ido por mi madre y por mi, aprovechando que estaba de regreso del congreso al que asistió todo el fin de semana. Me dejan en la puerta de la casa de Turner, entro y me sorprendo al no ver el automóvil de Al, ignoro ese detalle y entro a la casa. Parece que Arabella y él salieron.
¡Muero por contarle todas las anécdotas del viaje! Le conté algunas por mensaje pero no es lo mismo, estoy demasiado emocionada.
Aprovecho su ausencia para guardar el voluminoso vestido de novia en el clóset de la habitación de huéspedes, ¡por supuesto, se supone que no debe verlo hasta el día de la boda! y sé que si me hubiera visto entrando con él le daría mucha curiosidad e insistiría en verlo. Empiezo a desempacar mi maleta.
Ha pasado una hora y no hay señales de vida en la casa, más que Arwen, Roky y Chuletas. Andrea y mi madre acordaron que pasarían por sus perros mañana, ¡estamos agotadas! Toda esta mañana y la tarde nos dedicamos a pasear por Nueva York, son las 7 de la noche en Los Ángeles, tomo un baño y al salir escucho la puerta principal abrirse. Me pongo mis pijamas rápidamente y al ir a las escaleras veo a Turner subiendo a Arabella dormida en brazos, me la da y la dejo en su cuna.
¡Estoy bastante feliz de verlo!... sin embargo tengo la sensación de que él no.
Podría estar equivocada.
Espero estar equivocada.
El británico y yo bajamos las escaleras sin mencionar una palabra... cosa muy rara en él. Puedo notar su inusualmente serio semblante.
-Tengo que hablar contigo, vamos a la sala de la terraza, ¿te parece?.- La sobriedad de su tono me asusta un poco.
Nos dirigimos al lugar señalado, hay una tensión inexplicable en el aire. No tengo la menor idea de lo que está a punto de suceder.
Nos sentamos uno a lado del otro en el gran sillón. Nadie dice palabra alguna, todo es silencio.
-¿Y bien, no vas a saludarme?- Pregunto algo extrañada por su manera de actuar.
-Oh, lo siento, es que... estoy algo cansado.-
-¿Un día largo, eh?-
Suspira.
-Sí.-
Lo miro fijamente, él tiene la mirada clavada en el pasto del patio. Lo siento ausente, como si no estuviera aquí en realidad, contrario a otras veces en las que está más que feliz de verme.
-No es sólo eso. Te ocurre algo, ¿tiene que ver con lo que querías conversar conmigo, cierto?-
El cantante voltea a verme.
-Sí... mira Aly, no sé cómo decirte esto...- El británico suspira, se acomoda el cabello con ambas manos, me mira fijamente con una seriedad glacial y continúa. -Me mentiste.-
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Baby, I'm yours.
Fanfic➡Tercera parte de "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not"⬅ En el último año y medio han pasado infinidad de cosas que el frotman de los Arctic Monkeys y Alexandra Hutton, su novia, jamás imaginaron; en especial el radical cambio que sus vi...