Baby, I'm yours.

XXXIX. Cruda verdad.

Estoy frente al espejo de mi cuarto maquillándome. Esta semana ha sido de las peores, hace mucho que no me sentía tan triste, no voy a negar que es por la ruptura con Alex, ¡todo me recuerda a él! ¡Es tan difícil no pensar en él!

Arabella ha llorado más de la cuenta pero es relativamente sencillo calmarla, basta con mimarla y darle la mugrosa playera de Alex. ¡Aghhh, lo detesto tanto por hacernos pasar por esto!

Una amiga de Andrea se ocupa de cuidar a mi bebé cuando ambas estamos trabajando así que respecto a eso no tengo más preocupaciones.

Hoy es la cena con Hal y no seguí el consejo de Andrea... No le he dicho a él, ni a nadie, que Alex y yo hemos terminado, cada que Sherrie o Tina me preguntan por él les sigo la corriente. ¡Cielos, no creí que fuera tan difícil aceptar todo esto! Por supuesto que se los diré pronto, no puedo vivir con esa mentira, pero esta semana no lo hice por lo mal que me he sentido.

No sé qué usar para la cena de esta noche y a decir verdad no tengo muchas ganas de ir pero le confirmé a Hal y sería muy grosero de mi parte cancelarle a último momento.

Andrea toca la puerta de mi habitación.

-Adelante.- Exclamo, miro el espejo y veo el reflejo de Andrea entrando a la alcoba con Arabella en brazos.

-¿Ya estás lista?- Cuestiona mi amiga sentándose en la cama.

-Creo que no debería ir, no me siento bien dejándote sola con Arabella.- Digo volteándome para mirarla.

La chica me ve con seriedad.

-Aly, se honesta, sólo son pretextos, sabes que no me enoja cuidar de ella, no es como que tuviera mejores planes.-

Suspiro.

-Si no quieres ir no vayas.-

Me volteo de nuevo, quedando frente al espejo de nuevo.

-No, le dije que sí iría y tengo que hacerlo. Por lo menos para despejarme.-

-Trata de divertirte esta noche, a fin de cuentas él es un buen amigo.-

-Sí, en eso tienes razón... Intentaré ver qué diablos ponerme, sólo traje pijamas y vestidos formales. No quiero verme muy "estirada".- Manifiesto levantándome del banquito del tocador.

-Hmmm, creo que podemos solucionar esto. ¡Espera un momento!-

Mi amiga me da a Arabella y sale de la habitación casi corriendo. La pequeña bosteza y se frota los ojos con las manos. 

-¡Alguien tiene sueño!-

Miro la hora del reloj, 7:10 p.m. 

Acomodo un espacio en la cama, la acuesto, afortunadamente no es difícil dormirla, se ve cansada y no deja de bostezar.

-¡Estoy de vuelta!- Exclama Andrea con unas prendas color blanco sobre uno de sus antebrazos. -¡Pruébate esto!- Dice dándome lo que parece ser una blusa y un pantalón blanco.

Tomo las prendas, me quito la bata de seda rosada y me pongo la ropa que Andrea me dio. Es una blusa blanca de botones y mangas 3/4 y un pantalón de tiro alto del mismo color, ambos de una tela lisa pero bastante cómoda.

-¡La blusa no va así Aly! ¡Cielos, relájate!- Agrega mi amiga riendo, se aproxima a mi, me desabotona la blusa por completo y hace un amarre cubriendo el puente de mi brasier.

-¡Está increíble! ¿No me veo muy atrevida?- 

-¡Por supuesto que no! ¿Te gusta? Es de mi próxima colección.-

-¿¡Tu próxima colección!? ¡Es gradioso!-

-Bueno, algo así, un proyecto que tengo.-

No puedo dejar de mirarme al espejo, ¡esta ropa es bastante linda! Si hay algo que siempre he pensado es que mi mejor amiga tiene un gran talento y sentido de la moda.