LXIV. Todo.

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Después de una larga charla telefónica con mi mejor amiga, llegamos a casa de Alex con una torrencial lluvia detrás.

Me quedo mirando todo en silencio, recordando la noche del accidente pero aún con esas detestables lagunas mentales.

Intento esforzarme pero es en vano.

-¿Estás bien?- Menciona Turner mientras retira la llave del Cadillac gris, después de haberlo estacionado en la cochera.

-Sí.- Miento.

-Hmm.-

Lo sé, puedo leerlo como un libro; no quiere decirme que no me cree.

-Bueno, a decir verdad, lluvia... y estar aquí me recuerdan un poco el día en el que pudieron haberme asesinado.- Añado intentando dejar la frustración de lado.

-¿Te gustaría ir a otro sitio?-

-No, estaré bien.- Esta vez digo la verdad, sonrío con nerviosismo. -No quiero sonar confianzuda pero a decir verdad tengo un poco de hambre.-

-No te preocupes... No hay nada en casa, cocinar para uno resulta muy aburrido, pero podemos pedir algo.-

-Claro.-

Ambos bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada de la casa.

Me siento extraña al entrar. La casa de Turner está amueblada otra vez pero se siente extraño, es como si jamás hubiese entrado a su hogar, todo se siente nuevo.

-¿Muebles nuevos?- Menciono mientras él deja su mojado paraguas en un perchero fijo a la pared.

-No realmente, seguí tu consejo. Me contacté con unas de esas empresas que amuebla casa para open houses.-

-¿Ah sí?- 

Camino un poco hacia el centro de la sala y miro asombrada.

Casi es como si hubiese olvidado cómo lucía esta casa habitada, quiero decir, con muebles y que parezca que realmente alguien vive ahí.

La mayoría de la decoración es estilo escandinavo.

-¡Luce muy bien!-

-¿Sí? Por un segundo creí que iba a ser demasiado.-

-¡Por supuesto que no! Está increíble...- Camino a una mesita que está a un costado del sofá color gris claro. -¿Oh.. quién es ella?- Cuestiono mientras recojo un portarretratos con una foto de una mujer pelirroja.

Turner se acerca a mí riendo.

-Es una fotografía que dejaron los decoradores, mira, incluso tengo una familia falsa.- Menciona el británico señalando una fotografía más grande de la misma mujer pelirroja, solo que ahora junto a un bebé y un hombre.

Reímos.

-Si, mis padres deben llegar en un par de días y estaba preparando todo.-

Alex y yo nos sentamos en la sala a conversar un rato. Decidimos que no compraríamos comida, sino que revisaríamos qué hay en el refrigerador... ¡Justo lo necesario para hacer un sandwich!

Turner se disculpa mil veces pero le comento que me tiene sin cuidado. Me preocuparía más que algún repartidor tuviera un accidente por traernos una pizza.

-¿Crees que en algún momento vaya a parar?- Interrogo mientras estamos ambos sentados en el sillón que da vista al patio, a unos metros de la piscina, viendo la torrencial lluvia que se ha desatado sobre Los Angeles.

Estos últimos días han sido de tormentas tropicales y eléctricas.

-Sí, debería... Pero, cambiando de tema, ¿Cuál será el siguiente movimiento con todo este asunto de Henry?-

Baby, I'm yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora