➡Tercera parte de "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not"⬅
En el último año y medio han pasado infinidad de cosas que el frotman de los Arctic Monkeys y Alexandra Hutton, su novia, jamás imaginaron; en especial el radical cambio que sus vi...
Giro sobre mi propio cuerpo, hacia la izquierda y siento la ausencia de Al en la cama. Me estiro y abro los ojos con lentitud, efectivamente no está. Vuelvo a acomodarme en la cama pero no logro volver a conciliar el sueño, decido levantarme e ir a la habitación de Arabella.
Apenas entro a la habitación Arabella empieza a llorar; me aproximo a su cuna y la levanto de la misma para intentar calmarla. Ella no deja de babear y meter las manos en su boca. Miro el reloj de la habitación, 1:18 am.
-¡Buena hora para querer comer, Arabella!- Exclamo mientras arrullo a la bebé en mis brazos. Ella deja de llorar pero sigue algo molesta.
Bajo las escaleras con la niña en brazos, me dirijo hacia la cocina.
Abro el refrigerador, saco un biberón de Arabella y caliento la leche. Tomo un porta bebé que está en uno de los sillones de la sala y lo coloco encima de la barra de la cocina, recuesto a Arabella en él.
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La bebé empieza a gritar y mover las manos enérgicamente.
-Ahorita le doy su leche, su alteza.- Exclamo riendo y haciendo una reverencia para finalmente darle el biberón a mi hija. Ella se calma.
Escucho una puerta abrirse, volteo a ver y escucho a Alex salir del estudio.
Usa unos pantalones de cuadros azules con blanco y una camiseta blanca.
-¿Insomnio?- Le pregunto a mi prometido mientras camina hacia donde estamos nosotras.
-No, es más como "inspiración de media noche", ¿Y qué hay de ti, preciosa?- Menciona riendo y al llegar junto a mí me toma de la barbilla y me da un corto beso en los labios.
-¡Hola hermosa!- Le dice Al a nuestra hija, le acaricia con mucha ternura el rostro mientras ella, ahora algo somnolienta, termina de beber su leche del biberón.
-Ya sabes, quería tomar leche a la una de la mañana, para no perder la costumbre.- Menciono mientas alimento a Arabella con el biberón y acaricio una de sus manos, ella sostiene mi pulgar con fuerza.
Puedo notar que a unos mililitros de terminar toda la leche del biberón, la pequeña empieza a entrecerrar los ojos.
Unos segundos más tarde la bebé finalmente cierra sus ojos y cae completamente dormida, la levanto del porta bebé y la acomodo en mis brazos.
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