LX. You can call me anything you want.

795 57 46
                                        

¿Qué acabo de decir? Es como si las palabras simplemente se hubieran resbalado de mis labios.

Esto no puede ser real; no me estoy rindiendo, solo me estoy dejando llevar por este torbellino de emociones que he reprimido durante tanto tiempo.

Seguimos besándonos por varios segundos pero de una manera muy diferente... No son besos envueltos de lujuria, sino que me da una inesperada sensación de seguridad, como cuando después de un largo viaje te dan la bienvenida a casa; como si sólo fuéramos nosotros dos en nuestro pequeño mundo.

Dejamos de besarnos y recargo mi rostro contra su pecho por unos momentos, él me abraza y acaricia mi cabello.

-He hecho algunas cosas que no debí hacer, pero no he dejado de amarte ni una vez.- Menciona cantando en voz baja.

Levanto la mirada hacia la suya.

Estoy sumamente confundida, lo miro directo a los ojos pero ninguna otra palabra sale de mis labios.

Tengo un extraña sensación en el pecho, como de querer arrancarme el corazón.

-Se sintieron como años, Alex.- Menciono con los ojos llenos de lágrimas que intento contener con todas mis fuerzas.

-Lo sé, no quise esperar tanto pero debía respetar tu decisión de no querer verme más.-

-¿Hablas en serio?- Cuestiono con una risita nerviosa. -Y justo por eso hicimos una especie de equipo para intentar descubrir quién me demandó en tu nombre, ¿no?- 

Ambos reímos.

-Sí lo sé.- Esboza una tierna sonrisa que hace que mi corazón se derrita. -Mira, sé que quizá por repetir tanto esto quizá pierda significado pero fui un idiota Aly, un gran idiota, ¡el peor de los idiotas! y lo único que necesito para sentirme en paz es que me perdones y sentir que realmente lo haz hecho.-

-Te he perdonado, lo sabes. Te lo dije la última vez que nos vimos antes de accidente pero ahora déjame hablarte desde el corazón...- Digo mientras una lágrima recorre mi mejilla, la limpio rápido; tomo un respiro bastante profundo y prosigo. -Nada de esto ha sido fácil para mí, me conoces perfectamente y sabes que soy de las personas que sienten la imperiosa necesidad de tener todo bajo control y pretender que muchas situaciones no me lastiman y ahora que tengo a Arabella me he obligado muchísimo más a mantenerme fuerte y ya me cansé...- Las lágrimas empiezan a fluir de mis ojos. -... ¡Ya me cansé! Estoy harta de no poder sentirme vulnerable aunque sea por un segundo, por tener que cargar con este estúpido orgullo que lo único que ha hecho es sepultar mis sentimientos en lo más profundo de mi corazón y herirme a mí misma cada vez más. Alex, lo que dijiste esa noche me dolió profundamente y creo que nunca te lo había dicho, pero así fue. Me destrozó casi por completo que el hombre que amo creyera que yo fuese capaz de hacer algo tan bajo como de lo que me acusaste, y sí, estoy consciente que yo no tenía las pruebas necesarias en ese momento para demostrar mi inocencia, es más, ni siquiera ahora las tengo pero si de algo puedes estar seguro es que siempre te hablé con la verdad, es difícil pero solo tenías que confiar...-

Turner toma mis manos, que yacen sobre mis muslos, las junta y las llena de besos.

-Y me arrepiento de eso cada segundo del día.- Susurra.

-Ambos fuimos idiotas, no nos justifico pero está más que claro que las cosas se salieron de control esa noche, me dijiste cosas horribles, yo te respondí de igual manera...  Y por más que parezca imposible y a pesar que ya tiene meses, ¡meses! ¡¿Puedes creerlo?! nunca me había puesto a analizar la situación, ¿por qué? Porque no quería pensar en lo terrible que me hiciste sentir esa noche, no quería pensar en tu casa, en las tardes nadando en la piscina, en los momentos que compartimos con Arabella, en nuestras citas, en las escapadas a Point Dume, en Sheffield, en tu departamento en Londres, en tus padres, en tu música, en la imagen tan clara que tengo de ti componiendo en el estudio, en el sonido de tu voz mencionando mi nombre, en el aroma de tu piel cuando despertamos por las mañanas, en ti... en lo estúpida que me siento al mentirme a mí misma afirmando que no te amo, porque de verdad lo hago Alex, pude mentirle al mundo entero pero no a mí misma, ¡Alex, te amo! Y te juro que dejar atrás mi orgullo es de las cosas más difíciles que he tenido que hacer pero no me importa, creo que ya nada de eso importa.- 

Baby, I'm yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora