-...¿qué te inspira?- Cuestiona el cantante mientras ambos bebemos unos tragos en uno de sus pubs favoritos, "Bar 190" en Londres.
-¿Te refieres a en la vida o qué me inspiraría para hablar de mí misma?-
-En la vida, ¿cuáles son tus metas?-
Bebo un trago más.
-Pues son varias cosas. Siempre he querido hacer cosas grandes, viajar, conocer el mundo, ver todas esas cosas con mis propios ojos. Ser plenamente libre.-
Pero... ¿lo estás haciendo bien?, ¿estás haciendo cosas grandes?, por lo que parece no estás conociendo el mundo, ¿cierto?, ¿realmente eres plenamente libre? y sobre todo, ¿te sientes verdaderamente feliz con tu vida en estos momentos?
Despierto sobresaltada de la cama gracias al llanto de Arabella, puedo escucharla junto a mi recámara y también gracias al monitor-radio. Me froto los ojos, me levanto de la cama, tomo mi teléfono celular y miro la hora, 9:24. Me dirijo con rapidez a la recámara de la pequeña y la tomo en mis brazos.
Ayer dejamos a Alex en el aeropuerto, viajó a París por unos asuntos de negocios, supongo que para reunirse con Miles o hablar con los chicos del próximo álbum. No ahondó más en el tema pero se veía bastante entusiasmado. Es un viaje de 12 horas así que por lo que veo ya debe estar por llegar.
Me siento en una silla mesedora con la infante en brazos y la arrullo mientras pienso en la especie de recuerdo convertido en sueño que acabo de tener. Es una de las muchas memorias que tengo grabadas en mi mente; cuando Alex y yo salimos a un recorrido de pubs en Londres, bebíamos tequila y whisky, me preguntó cuáles eran mis metas en la vida, cosa que, tristemente, no había vuelto a pensar hasta el día de hoy. Evidentemente nada está saliendo como lo planeé y no sé cómo sentirme al respecto; no siento que mi vida sea miserable, está muy lejos de serlo, pero siento que algo me falta y lo peor es que no sé que sea aquello.
Decido dejar de pensar en todo eso y me enfoco en seguir arrullando a la pequeña. La miro y no puedo dejar de pensar en lo perfecta que es; sus cejas, sus mejillas, su nariz, sus pequeños labios, sin lugar a dudas es el ser más perfecto de la creación, siempre que la miro mi corazón se llena de un regocijo indescriptible pero a la vez me invade una horrible duda, ¿nuestros esfuerzos serán suficientes? porque muchas veces siento que por más que lo intentamos la situación se torna cada vez más difícil, ¡no quiero imaginarme más adelante, cuando sea adolescente!
Quizá sea un sentimiento normal de madre primeriza, sin embargo no deja de asfixiarme a tal grado que casi siempre estoy cuestionándome si lo que hago basta.
Repentinamente escucho el timbre de la entrada.
¿Quién podrá ser?
Coloco a mi hija en su cuna y bajo sigilosa pero rápidamente por las escaleras, intentando no demorarme más para que la persona deje de tocar el timbre. Al llegar a la recepción contesto a través del interfon, ¡es Andrea!
-¿Andrea? Espera un momento.-
Sin dudarlo un segundo más aún en pijamas corro a la entrada de la casa y le abro la entrada principal.
No informé al guardia porque deseo recibirla personalmente.
-¡Aly! Disculpa la tardanza pero... ¿Estabas dormida?- Cuestiona mi amiga con mucha emoción pero con extrañeza al verme aún en ropa de dormir.
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Baby, I'm yours.
Fanfiction➡Tercera parte de "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not"⬅ En el último año y medio han pasado infinidad de cosas que el frotman de los Arctic Monkeys y Alexandra Hutton, su novia, jamás imaginaron; en especial el radical cambio que sus vi...
