LXV. Se busca.

654 40 19
                                    

Mis pesados párpados se abren con lentitud, siento la calidez del cuerpo de Alex moverse bajo la mitad derecha de mi propio cuerpo.

Dormí de manera intermitente esta noche. Me siento muy cansada.

Estoy recostada sobre su pecho desnudo, levanto la mirada y me topo con sus ojos mirándome fijo.

-Buenos días, no te quería despertar pero recuerda que tenemos que ir a...-

De pronto, ir a la estación de policía no suena tan atractivo como anoche.

-No quiero ir.- Digo, haciendo gestos de berrinche.

Turner esboza una sutil sonrisa y besa mi frente.

-No lo haremos si no quieres.-

-Bueno, no es que no quiera hacerlo...- Me siento lentamente en la cama, cubriendo mis pechos desnudos con la sábana. -... Es solo que no me anima mucho la idea de ir y que todos estén cuestionándome, ¿Cómo explicaré que escuché clandestinamente una llamada telefónica ajena y después, durante un brote psicótico recuperé la memoria?-

Alex se contiene para no reír.

-Pues lo de la llamada fue accidenta y por supuesto que no tuviste un brote psicótico.- Dice, sentándose y recargando su espalda en la cabecera de la cama.

-Lo de la llamada es cierto, pero ¿Entonces cómo explicas lo de anoche?-

-Lo de la llamada es cierto, pero ¿Entonces cómo explicas lo de anoche?-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Ufff, ¡¿lo de anoche?!- Cuestiona lanzándome una seductora mirada.

-No eso, tonto.-

Ambos reímos.

-Mira, lo hagas o no, yo estaré ahí para apoyarte. Siempre supiste que Henry lo hizo, es solo que tu cerebro lo bloqueó de alguna manera, yo te creo y la policía tiene que creerte, además que prácticamente escuchaste a Henry confesarlo.-

Sus palabras me confortan de sobremanera, me acerco a él y recargo mi cabeza sobre su hombro derecho; él me abraza.

-Quiero quedarme así todo el día.- Susurro para después lanzar un bostezo.

-Yo también. Te prometo que cuando todo esté bien iremos a Londres y podremos quedarnos así todos los días que quieras, en nuestro hogar.-

-¿Nuestro hogar?-

-Esta casa, la casa de Londres... donde sea que los tres estemos será nuestro hogar.-

Nos miramos a los ojos por unos segundos para después darnos un apasionado beso.

-Quiero largarme de aquí, dejar todo, comenzar desde nuevo... Al diablo la policía, Henry, el trabajo... Todo.-

Él me mira con cierta ternura.

Rio por lo bajo.

-Lo siento, estoy hablando como una adolescente.-

Reímos, el vuelve a abrazarme.

Baby, I'm yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora