Baby, I'm yours.

IV. Sólo un respiro.

-¿Estás bien? ¿Qué ocurrió?- Pregunta Turner con desesperación y notoriamente asustado, ambos estamos en la orilla de la piscina interior pero aún dentro de ella.

Me acomodo el cabello y tomo un respiro.

-Sí, nada más buscaba mi anillo, se me cayó aquí. Estoy bien, por Dios, es una piscina de metro y medio, no iba a ahogarme.- Menciono desganada.

-Espera un momento, no te muevas.- 

Turner inhala una gran bocanada de aire y se sumerge nuevamente.

Tarda aproximadamente unos 20 segundos cuando sale a la superficie con el brazo derecho levantado y por lo que alcanzo a ver, en sus dedos tiene mi anillo. Baja el brazo y con su mano izquierda retira el agua de su cara.

-Aquí tienes, afortunadamente cayó en esta zona porque si caía en lo más profundo hubiese sido casi imposible que alguno de nosotros lo encontrara.- Dice el británico mientras me entrega el anillo.

-Gracias.- 

Tomo el anillo con la mano derecha, lo miro unos segundos, me lo vuelvo a poner e intento fallidamente salir de la piscina ya que resbalo y caigo en ella de nuevo.

Turner ríe.

-¿Sigues enojada, cierto?- Cuestiona el frontman de los Arctic Monkeys al terminar de reír.

-No, estoy viviendo el mejor momento de mi vida.- Respondo muy enojada.

-Cielos, Aly. Ya hablamos de esto, además es Julian, era su concierto, tenía que estar ahí.-

Ruedo los ojos e intento salir de nuevo, esta vez con éxito. Opto por ignorarlo, no tiene sentido discutir acerca de algo tan estúpido como eso; sin embargo no quiero dejarlo pasar, al menos no tan rápido.

Camino hacia la casa, no quiero mojar el piso y darles más trabajo a los encargados de limpieza así que me quito la ropa, la dejo en el patio para luego volver por ella y me dirijo a la habitación de Arabella en ropa interior.

Volteo para ver si Alex me sigue. Él está aún en la piscina, impresionado con una mirada algo seductora levanta la ceja izquierda y me apunta con su dedo índice izquierdo.