➡Tercera parte de "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not"⬅
En el último año y medio han pasado infinidad de cosas que el frotman de los Arctic Monkeys y Alexandra Hutton, su novia, jamás imaginaron; en especial el radical cambio que sus vi...
Alex conduce mi automóvil, no menciono una sola palabra pero por lo que veo creo que vamos a su casa, es decir, ¿a qué otro lugar podríamos ir, cierto?
-Eso es muy raro en ti.- Menciona rompiendo el silencio sin dejar de ver el camino.
-¿Eh?- Cuestiono confundida.
-Estás muy callada.-
-Simplemente pienso.-
-¿Qué piensas?... Claro, si se puede saber.-
Exhalo con fuerza.
-¿Quieres decirlo? ¡Adelante, hazlo de una vez por todas!-
-Aly, ¿de qué hablas?-
-"Aly, ¿de qué hablas?"- Repito imitando su singular acento británico. -Hablo de que si quieres decirme "Te lo dije" siéntete en la libertad de hacerlo, no tienes por qué tratar de empatizar conmigo, ni siquiera somos amigos.- Espeto dejando escapar una pequeña parte del enojo que siento en estos momentos.
Turner respira profundo.
-¿Quieres ir a tu departamento?-
Me quedo en silencio por unos segundos.
-No.-
-Bien.-
Él sigue conduciendo, ninguno de los dos vuelve a mencionar palabra alguna.
Llegamos a nuestro destino, Turner entra a la cochera con mi auto y aquí estamos una vez más.
Ni siquiera yo sé por qué vine. Quizá no quiero estar sola y menos en un momento como este, no puedo siquiera explicar cómo me siento... he sido traicionada y burlada una vez más, pero no me duele de una manera que haya herido mis sentimientos de una manera tan profunda, quiero decir, desde luego me dolió de cierta forma porque era alguien en quien confiaba pero más bien se siente como un ataque a mi orgullo.
Entramos a la enorme casa medio vacía.
-Bien, ¿Qué quieres comer?-
-¿Tienes un trago?-
El británico levanta las cejas sorprendido.
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-Pues, lo único que hay aquí es Bulleit Bourbon...-
-Odio el whisky.-
-Lo sé.-
-¿Podrías traerme un trago?-
-Ehhhh... ¿hablas en serio?- Cuestiona abriendo los ojos de par en par.
Volteo a verlo con seriedad después de casi desplomarme en el sillón más largo.
-De acuerdo, no tardo.-
Saco mi teléfono de mi bolsa y le mando un par de mensajes a mi madre explicándole que iré a Long Beach en la noche o mañana en la mañana. Por supuesto se lo toma bien pero yo no, dejo caer el teléfono en la alfombra de la sala cuando escucho a Alex regresar.