Baby, I'm yours.

LVI. Alguien de quién temer.

Unos segundos después escucho que alguien toca la puerta, nos apartamos con rapidez, como un par de adolescentes que no quieren ser descubiertos por su madre.

Suelto una risita nerviosa.

-¡Adelante!-

Mi madre entra.

-Aly, la policía ha llegado.- Menciona la mujer con el rostro un poco preocupado.

Abro los ojos de par en par, en realidad no creí que eso sería tan pronto.

-¿En... serio? No creí que fuera tan rápido.- Pregunto con todo dubitativo.

No voy a mentir, empiezo a sentirme un poco nerviosa, no recuerdo nada del momento del hecho por lo que no creo ser capaz de aportar algo útil a la investigación policial.

-No tienes que hacerlo si no te sientes lista aún.- Insiste mi madre con un tono cariñoso y una sonrisa reconfortante.

Respiro profundo.

-Lo haré.-

-¿Estás segura?- Interroga Turner con una genuina preocupación en su mirada.

-Sí, sólo quiero que se resuelva todo esto de una vez por todas.-

Turner y yo salimos de la habitación rumbo a la sala donde mi madre ha indicado que están los uniformados, mientras ella acomoda a Arabella en una cuna que han situado en mi habitación y dice que me verá en la sala apenas termine.

El corto camino de mi habitación a la sala se siente más largo de lo normal, junto con una sensación como si flotara en una nube.

Al llegar veo a un hombre y una mujer, ambos usan un par de uniformes color azul oscuro.

-Buenas tardes , me presento, soy el detective Juan Martínez y me acompaña la agente Shirley Peterson, venimos de la división de crímenes...- Menciona el hombre, quien es moreno, robusto y bastante alto, la mujer es muy delgada, de estatura baja y la piel muy blanca, casi pálida, tiene el cabello negro recogido en una trenza francesa; ambos me muestran sus placas. -...para tomar su declaración, usted debe ser la Señora Hutton, ¿cierto?-

-La señora Hutton es mi madre, yo soy Alexandra Hutton.- Respondo sonriente.

-Oh, una disculpa Señorita Hutton, ¿se siente cómoda aquí o preferiría ir a la estación?-

-Aquí está bien, ¿gustan sentarse?-

Ambos agentes asienten y toman asiento en el sofá más largo de la sala.

Turner se queda de pie cerca de la escalera, veo a mi madre bajar y finalmente tomo asiento en un sillón pequeño que está del lado derecho del gran sofá.

-Como ya le dije, soy el Detective Juan Martínez y me acompaña la agente Shirley Peterson, ambos somos de la división de crímenes, el día de hoy tomaremos su declaración en relación a los hechos ocurridos...- 

Por un segundo dejo de escuchar y me pierdo en pensamientos banales, no puedo quitar la vista del cuadro que está en la pared, justo arriba de la cabeza del detective, es una pintura al óleo que mi madre hizo hace ya varios años, de Tulum, en México... hace años que no visito...

-...un abogado.- Termina la oración el detective para después mirarme fijamente.

Me froto los ojos rápidamente. 

El médico habló de que estos días tendría dificultad para concentrarme pero jamás pensé que sería algo serio, espero que el detective no crea que estoy haciéndole perder el tiempo.

-¿Podría repetir lo último? Disculpe.- Interrogo mirándolo directo a los ojos, no quiero distraerme de nuevo.

-Preguntaba si desea hacer su declaración en presencia de un abogado o así está bien.-