XXXVII. El día siguiente.

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Converso lo ocurrido con Andrea, ella queda completamente anonadada al escucharlo.

¡Por supuesto, nadie creería que una relación sólida como lo parecía ser la mía y la de Alex Turner pudiera derrumbarse tan rápido!

-¿Pero tú no escribiste ese supuesto libro, verdad?- Cuestiona la chica pensativa.

-La autobiografía también hablaba de mi infancia, no sólo de mi relación con Alex. Colin o sus editores, no sé quién diablos haya sido, la editó para que pareciera que es un libro que habla de mi relación con Alex.-

Mi amiga hace una mueca de tristeza y se queda callada por unos segundos, hasta que vuelve a hablar con algo de ímpetu.

-Pero... ¡todavía puedes solucionar las cosas!, quiero decir, debe haber alguna manera de demostrar que el libro que sería publicado era la novela y no la autobiografía. ¡Podemos contactar a la editora con la que Colin y tú se reunieron! ¡O incluso a la editora que iba a publicar el otro libro!-

-No sé si quiera hacerlo.- Menciono con desánimo, con la mirada dirigida al piso.

-¿Por qué no? Aly, todo esto es un grave malentendido... ¡No! ¡Una trampa de ese estúpido Colin Lester! ¡No puedes dejar que se salga con la suya así de fácil! Alex y tú se aman, estoy segura que cuando se dé cuenta de la verdad correrá hacia ti pidiendo perdón.-

-Andrea, no escuchaste nada de lo que me dijo. Dijo que soy una arribista, que sólo me acosté con él por fama y dinero.-

Las lágrimas parece que han abandonado mis ojos, sólo queda este profundo dolor en el corazón.

Mi amiga me abraza de inmediato.

-Me acuesta creer todo esto, no es que no te crea Aly, yo siempre te voy a creer, eres mi mejor amiga; es sólo que me deja sorprendida cómo Alex puede ser tan idiota y creerle a ese hombre malvado en vez de a ti que eres la madre de su hija, ¡eres su prometida!-

-ERA su prometida. No dudo que le haya creído a Colin, hasta cierto punto él le mostró pruebas, yo sólo un correo que hizo que me incriminara más.-

-Pero él no quería que te fueras, ¿no?-

-No lo sé, eso ya no importa más.-

-¡Basta! ¡Tienes razón, es un gran estúpido, no tuvo por qué llamarte de esa manera!-

Dejamos de abrazarnos y la chica acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-¡Estoy segura que ese bastardo te hackeó la computadora! ¡Tenemos que hacer algo, esto no puede quedarse así, imagina que hubiese borrado o filtrado documentos importantes de tu trabajo!-

-Ya no importa más. Creo que lo mejor será irnos a dormir.-

-Sí, en eso concuerdo contigo, ¡estoy exhausta!-

Recuerdo un importante detalle...

-¿Andrea?-

-¿Sí?-

-Odio tener que pedirte esto pero ¿podrías cuidar a Arabella en la mañana y una pequeña parte de la tarde? Aún tengo que ver dónde vamos a vivir y... ¡ARWEN, LOS PERROS! ¡Cielos, ¿cómo pude olvidarlos?!-

-Aly, no te preocupes, no abro la tienda los lunes así que no hay problema. Bueno, hay algo que podrías hacer... puedes mudarte aquí el tiempo que quieras, tu cuarto sigue ahí, sólo tendría que sacar unos maniquís de costura y unas telas pero si no te molesta lo haré mañana, hoy estoy algo cansada.-

-¡Muchas gracias, eres la mejor!-

Nos abrazamos una vez más.

-Lo sé, lo sé. ¿No quieres que pase por tu gata y los perros?-

Baby, I'm yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora