Capítulo 4

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Hoy es uno de esos días dónde vas de un lado para otro sin saber que hacer y nada sale como esperabas...

A media mañana decido ir a la cafetería a despejarme un poco.

-Buenos días Miguel, un té de frutos rojos

*Buenos días ¿no quiere café doctora?

-De momento no, quizás más tarde vuelva a por uno; le digo guiñandole un ojo.

Tras un rato en mi mundo, disfrutando de mi té me llama.

*Laura

-dime, qué necesitas... si me llamas por mi nombre algo quieres

* ¡Oye! Eso no es verdad.

-Sí, sí lo es. Va dime

*cada día las traes más guapas

-¿Qué dices Miguel?

*Sí la muchacha con la que estuviste el otro día aquí, te fuiste por un buen rato y te espero, eso no lo hace todo el mundo.

Me río y le contesto -Ves muchas películas de amor... Es la madre de un paciente y necesitaba hacerme una consulta.

*si lo que usted diga, pero yo sé lo que vi.

Me voy riéndome a trabajar, este hombre tiene unas ideas...

...

Hoy Pablo y yo hemos vuelto a casa después de una semana larga en casa de mis padres, mi madre no quería pero yo necesitaba mi espacio y aprender a vivir sola con mi hijo.
Cuando llegamos le doy el pecho y tengo una conversación con él aunque sólo hablo yo

+Pequeño por fin en casa tú y yo. Pablo tienes que ser muy fuerte y luchar por ponerte bien, mamá va a hacer todo lo posible porque no te pase nada y estés bueno pronto...

Mientras hablo mi voz se va quebrando y él en cambio se tranquiliza hasta quedarse dormido con mi voz.

Lo acuesto y me pongo a arreglar la ropa y las cosas que había llevado a casa mi madre.

...

Han pasado unos días y mañana tengo la primera revisión de Pablo, llevo todo el día muy nerviosa, y creo que lo nota porque está muy irritable y llora continuamente.

*Pablo Sánchez consulta 3.

Su nombre aparece en la pantalla y me levanto corriendo, estoy atacada, creo que me va a dar algo.

Llamo a la puerta y escucho un adelante, así que avanzo con el carrito y Pablo en brazos. La Dra. Izquierdo que, está sentada tras su escritorio, se levanta y nos saluda, primero a Pablo que le hace unas carantoñas y luego me sonríe a mi.

Creo que con su sonrisa mis nervios se han reducido a la mitad.

-Bueno sentaros, ¿qué tal la semana mamá?

+Bien, come cada 2-3 horas y duerme muy bien. No puedo quejarme por eso.

-¿Y tú cómo estás? ¿Te sientes bien?

No entiendo porque me pregunta eso... Se supone que venimos por mi hijo. Debe darse cuenta qué no entiendo su pregunta porque enseguida me dice:

-Perdona, no quería incomodar, es una pregunta que suelo hacer a todos los padres las primeras semanas porque son muchos cambios y a veces cuesta adaptarse.

+No te preocupes, no estoy acostumbrada a que pregunten por mi, ahora todos se centran en Pablo.

- Eso es normal, es un niño muy guapo pero no debes descuidarte.

Tras un par de preguntas más sobre mi hijo, lo evalúa, pesa y mide.

-Mamá tengo buenas noticias Pablo está creciendo muy bien, mide 61cm y pesa 3,800. Es muy fuerte, mientras siga comiendo así no habrá problemas.
-Recuerda qué es muy importante que no se acerque a nadie que esté enfermo. Los niños son muy vulnerables y Pablo todavía más.

+Sí, lo tendré en cuenta.

-Vale, perfecto. Por último le vamos a hacer una analítica de control y os marchaís. Voy a avisar a una enfermera.

...

Laura me deja allí, con mi hijo en brazos, esperando a que le saquen sangre.. Esta será una de las muchas veces que lo harán, es tan pequeño y ya tiene que estar luchando por sobrevivir... No es justo. Vuelvo a romperme...

Entran Laura y una enfermera a la habitación, no las he visto.
La enfermera saluda y coge a mi hijo, lo lleva a la camilla y yo sigo en la silla sin poder moverme.
Laura lo nota y me pide que salga, pero no puedo, así que tira de mi y salimos las dos.

-María ahora te mando a alguien para que te ayude, le dice a su enfermera.

-Malú, se que es muy difícil pero debes relajarte, no es bueno para Pablo que te vea así, los bebés se basan en sensaciones y si tú estás mal él también...

+lo intento pero no puedo, es demasiado para mi.

-Pablo está bien.

+Si. Pero... ¿cuánto tiempo?

-Eso no podemos saberlo... Pero tienes que ser fuerte y recuperarte cuanto antes por el bien de los dos.

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