Una historia de fuerza, lucha y superación.
*Malú, 37 años. Abogada y madre coraje.
*Laura, 34 años. Médico pediatra.
Descubramos el valor de la vida y de los pequeños momentos. Cada paso hay que celebrarlo.
Han pasado unos meses desde el nacimiento de nuestra niña y estamos felices, aprendido a vivir con dos bebés, uno de casi 2 años, al que apenas le faltan 3 meses para su cumpleaños, que empieza a dar sus primeros pasos libres sin ayuda de nuestras manos y, a decir verdad, es un peligro constante, no puedes descuidarte ni un instante y otra, Valentina, que es nuestra suerte, solo se despierta para comer y atender a las caricias de su hermano mayor.
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Nosotras, Laura y yo, somos un equipo de los buenos, de esos que se animan cuando a uno de los dos le fallan fuerzas. Hemos tenido varias piedras en el camino pero las hemos ido sorteando... Las idas y venidas al hospital con Pablo, ingresos con algún que otro susto y transfusiones bastantes, más de las que nos gustaría pero, por fin hoy, empieza la cuenta atrás para el transplante, para que nuestro niño empiece su nueva vida. El miedo y la ilusión están a partes iguales.
Son momentos delicados, los nervios están muy presentes en casa desde hace días. Laura no dice nada por no preocuparme pero sé que está tan o más asustada que yo, porque sabe mucho mejor que yo los riesgos y las posibles complicaciones del proceso que vamos a iniciar en breves, y es que hoy, Pablo y yo entramos en aislamiento. Esta decisión no ha sido fácil, nuestras broncas nos ha costado pero, tras mucho pensar y debatir con Vero, hemos decidido que lo mejor es que sea yo y no Laura porque, conociéndola, no dejaría a sus compañeros trabajar tranquilamente.
- Malú, ¿Ya tienes la maleta?
+ Sí, ya estoy lista ¿Y Pablo?
- Pablo también ¿Verdad campeón?
Pablo: xii
+¿Nos vamos?
-¿Es necesario? Quiero ir con vosotros
+Laura no... –Empiezo a llorar mientras me escondo en los brazos de mi mujer–
Pepi: Darme al niño... Pablo ven con la abuela que tus mamis tienen que hablar
Pablo se tira de los brazos de Laura para ir a los de su abuela y yo me quedo en mi refugio, ganando tiempo...
-Va a salir bien. Somos un equipo ¿Recuerdas?
+Sí...
-Valentina y yo vamos a estar bien y os vamos a llamar todos los días por videollamada e iremos a veros por la ventana te lo prometo.
+ Nosotros también vamos a estar bien.
-Estoy segura. Sois mis guerreros favoritos. ¿Vamos a por el renacuajo?
+Vamos. –Nos damos un beso de película, de los que lo dicen todo y cogidas de la mano vamos a por nuestro niño–
Pablo: mamam llora
-No Pablo, mamá no llora. ¿Nos vamos los tres? ¿Vamos a ver a la tía Vero?
Pablo: no quero ir
+¿No quieres?
Pablo: no - mueve la cabeza de lado a lado y se pone a llorar, haciendo más complicada nuestra marcha al hospital-
Tras un largo rato de discusiones entre Laura y Pablo, ya estamos de camino a la que será nuestra casa por unos meses.
V: ¡Buenos días chicos! Os habéis retrasado un poco...
-Buenas.. eso ha sido porque aquí el muchacho no quería venir...
+Hola Vero
V: ¿No querías venir renacuajo? –Vero lo coge y empieza a hacerle cosquillas, y mi niño ríe y al escuchar su risa soy consciente de que todo saldrá bien–
Una vez más Laura y yo nos abrazamos y besamos, pero esta vez es para despedirnos por un tiempo, nos veremos desde el cristal... Será difícil pero saldrá bien.
Laura coge a Pablo y habla con él
-Hermano mayor, tienes que portarte bien y hacer caso a mis amigos que te van a curar y estar fuerte –ambos alzan los brazos en señal de fuerza– y a mamá, ¿me lo prometes?
Pablo: xii, yo mayor
-Si tu mayor mi amor. Te quiero mucho –se abrazan fuerte y Laura se lo come a besos, van a ser unos meses sin estar juntos y eso debe ser horrible, no puedo imaginar cómo sería vivir eso desde el otro lado del cristal–.
- Nosotros estamos listos ¿Verdad Pablo?
Pablo: xii yo con mamá
+Hasta dentro de un ratito mi amor.
- Nos vemos luego. Os amo
...
Ya están dentro, ahora sí que no hay marcha atrás, empieza el tratamiento y la desesperación de la espera por mi parte. Malú y Pablo están dentro y Valentina y yo fuera esperando noticias que no sé cómo serán... He visto tantas cosas...
V: va a salir bien, van a estar bien, no anticipes nada por favor.
- No me digas cosas que no puedes saber...
V: ven aquí anda – y si me agarro a mi amiga cómo a un bote salvavidas, y lloro, lloro todo lo que no había llorado estos meses y semanas haciéndome la fuerte para que Malú no se sintiese peor de lo que ya se sentía–
