Capítulo 10

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Me he levantado temprano, he ido a dar una vuelta y sin darme cuenta llego a mi cafetería favorita.

Decido pedir dos desayunos completos con zumo de naranja, café con leche, tostadas y croissants.

Le mando un mensaje a Malú:

-Buenos días preciosa, ¿te apetece desayunar?

+Hola, no tengo tiempo, debo ir a trabajar. Quizás otro día.

-Tarde... Abre la puerta 🙏

Sigo en pijama cuando recibo su último mensaje, y mis nervios aumentan...¿ha sido capaz de venir a estas horas?

El sonido del timbre me lo confirma y el llanto de mi hijo, que se acababa de dormir también.

Lo cojo en brazos y bajo para abrirle la puerta

+Gracias por despertarlo... Me ha costado muchísimo que se volviese a dormir, aún le falta una hora para la toma.

-Vaya... Lo siento, que mala la pediatra esa que te pone las tomas a las 8:30 de la mañana, debería estar prohibido.

+Sí... Es un poco imbécil, pero me han dicho que es la mejor. —Le guiño el ojo y entramos dentro los 3—

Laura coge a Pablo en brazos y en menos de 2 minutos está dormido.

+Cada vez que no pueda dormirle, te llamaré.

-Claro, vendré encantada a rescatarte.

+Bueno... ¿Qué me has traído para desayunar?

-De todo un poco, espero que te guste.

Desayunamos y charlamos tranquilamente, sin darnos cuenta de la hora hasta que Pablo nos interrumpe, como siempre.

-Ahora sí, creo que es su hora de comer, os dejo para que estéis más tranquilos, ha sido un placer desayunar con vosotros.

+Yo también lo he pasado muy bien, puedes volver cuando quieras, siempre y cuando, traigas otro café como este.

-Te tomó la palabra. Adiós bonitos, nos vemos pronto. Y una cosita Malú cambiate de ropa antes de ir trabajar.
—Nos da un beso a cada uno en la mejilla y se va.—

La veo salir y me arrepiento, me moría por darle un beso pero mi orgullo puede conmigo, no puedo ponerle las cosas tan fáciles.

Han pasado unos días y no sé nada de Laura. Quizás debería ser yo quién dé el siguiente paso pero quiero que insista una vez más...

S: ¿Qué te ocurre niña? ¿Sigues pensando en la medicucha esa?

+Pues sí, hace días que no sé de ella.

S: Pues la llamas y quedaís, no es tan difícil.

+ Un poco sí lo es, pero como tú estás felizmente casada no tienes esos problemas...

...

Estamos en la cafetería del hospital, Hugo y yo charlando de nuestras cosas hasta que, llega Vero y se sienta con nosotros

V: Laurii... ¿Qué tal la conquista? ¿Te perdonó?

-Está siendo más complicado de lo que creía, llevamos días sin hablar, quiero darle espacio...

¿Qué es más complicado de lo que creías? Pregunta Claudia, que acaba de llegar y quiere enterarse de la conversación sin siquiera sentarse.

V: Aquí la niña que está enamorada y le han dado calabazas...

C: Es la chica que nos cruzamos en la puerta,¿no?, la madre de Pablo

V: ¿tiene un hijo? ¿Tú estás loca?

Yo observo la conversación, sin soltar ni una palabra... No entiendo la reacción de Vero, que se ha puesto gritarme sin motivo.
Hugo que miraba conmigo la conversación, salta.

H: Vero ya está bien, no tienes derecho a reprocharle nada y tú, Claudia, eres muy oportuna, si señor. —Aplaude como siempre que algo no está bien—

-Bueno chicos, no os peleéis por mi, que yo estoy bien así y poneros a trabajar si no queréis que os eche.

#A sus órdenes jefa, ya vamos. —Me responden los 3 a la vez—

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