Capítulo 11

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Al llegar a casa decido llamar a Laura, he estado pensando y me apetece estar con ella, no sé en que condiciones pero es lo que quiero.

+¿Nos vemos?

-¡Qué directa! Ni un hola ni nada (Me hace reír sólo con escucharla)

+Perdona, me han podido las ganas

-mmmm... Me encantaría verte pero tengo guardia, si quieres venir a visitarme te estaré esperando.

+No me gustan los hospitales ni los médicos.

-Pues... No lo parece, porque soy médico y te gusto mucho, se te nota. (No puedo verla pero sé que se está riendo y seguro me ha guiñado un ojo)

+Eres imbécil.

-Lo dicho, si quieres verme aquí estoy, mi despacho está en la sexta planta, se puede subir por el ascensor de la entrada. Adiós guapa.

Y me cuelga, como es costumbre en ella sin dejarme hablar.
Aún con el móvil en las manos recibo un WhatsApp de Sol

"¿La has llamado? “

+Sí, me ha invitado al hospital.

S: Que romántico... Aunque debe tener su punto hacerlo allí, seguro que ella conoce algún escondite 😉

+Eres una bruta y una imbécil

S: bueno a lo que interesa...¿quieres qué me quede a mi sobrino un rato?

+¿Harías eso por mi? 🙏 Ahora mismo te lo llevo. Te quiero ❤

Cojo la bolsa de Pablo con todo lo necesario para unas horas, un par de biberones y pongo rumbo a casa de mi mejor amiga. Si mi madre se entera que dejo a mi hijo para irme a una cita me mata.

+Toma aquí tienes todo lo necesario para un rato, si necesitas algo llamame. Dale el biberón a las 9, tienes otro por si acaso en la bolsa.

S: Que sí, que sí, vete ya pesada. Y pasalo bien.

De camino al hospital paro en el McAuto y compro la cena para las 2. No es muy romántico pero es lo que me pilla de camino y no quiero entretenerme más.

Llego al hospital y voy directa al ascensor. Mientras sube, pienso en lo que estoy haciendo, nunca he ido al trabajo de nadie y menos a llevarle un McDonald's... Ni que tuviese 15 años.

La planta está llena de despachos, voy buscando su nombre en cada placa hasta dar con la suya.
Laura Izquierdo.Jefa de Pediatría.

Llamó a la puerta y escucho un adelante.

+¿Se puede? Traigo la cena.

- ¿Qué haces aquí? No pensé que vinieses, como no me has avisado.

+Quería darte una sorpresa.

-Eso está genial, pasa que no muerdo. ¿Y qué me has traído? Me pregunta mirando la bolsa del McDonald's

+Grasa y colesterol, era lo que me pillaba de paso y me apetecía mucho (le digo poniendo voz de niña buena)

-¡Me encanta! Se pone a dar saltitos y yo a reír con ella.

-Ven sigueme.

Coge una manta con una mano y la otra me la ofrece para que se la coja, vamos andando hasta el ascensor y subimos a la última planta.

-Ahora tenemos que subir por esas escaleras pero te prometo que las vistas son increíbles y podemos cenar tranquilamente.

+¿Has cenado muchas veces aquí? Seguro que traes a todos tus ligues.

-Nunca he traído a nadie, pero es mi lugar de desconexión. Si no te gusta vamos a la cafetería o a mi despacho, no hay problema.

+¡Guau! Se ve todo Madrid

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+¡Guau! Se ve todo Madrid.

-Sí, la verdad que es increíble pero tengo hambre. ¿Cuál es para mi?

Tira la manta en el suelo y nos sentamos, montamos un picnik improvisado en la azotea de un hospital, ni en mis mejores sueños hubiese imaginado algo así.

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