De repente me veo rodeada de compañeros y en mi cabeza solo la posibilidad de tener a mi hija antes de hora...
-Vero, no puedo tenerla aún, es muy pequeña y tiene que ayudar a su hermano... ¡No puedo perderla!
V: No va a pasarte nada.
*¿Qué ha pasado? –Entra el ginecólogo en la sala–
V: estábamos hablando y ha empezado con metrorragia.
- ¡No puedo perderla!
*Tranquilizate, vamos a ver cómo está. ¿De cuantas semanas estás?
-31
El doctor no dice nada mientras analiza la imagen que aparece en el ecógrafo, yo soy incapaz de mirar...
*El latido fetal es bueno y sus órganos vitales están prácticamente formados...
-Yyyy... –habla tan lento que me está alterando cada vez más–
* Lo mejor sería sacarla
-¡No puede ser! Tiene que haber otra solución... –Rompo a llorar, era algo que tarde o temprano iba a pasar, llevaba evitándolo desde la llamada de Malú a medio día–
-Vero llama a Maca, necesito a mi ginecóloga, por favor...
V: ahora la llamó, pero cálmate.
*Otra histérica...
V: vamos a hacer como que no le hemos escuchado pero márchese antes de que me arrepienta...
V: Lau... el cuello está un poco borrado, es muy importante que no te muevas hasta que venga tu gine, por favor...
-No me muevo pero ve con Pablo y dejame ver las pruebas, necesito saber como está...
V: ¡No! Y menos en tu estado. Pablo está bien atendido y tú tienes que tranquilizante, voy a buscar a Malú.
...
Todo pasó muy rápido, los médicos se llevaron a Laura a Urgencias y yo me quedé ahí, en los pasillos de la UCI pediátrica, esperando recibir noticias de alguien...
Lo peor de todo es la incertidumbre, no saber, es una sensación horrible, y ahora la vivía por partida doble.Tras un rato eterno, veo aparecer a Verónica y me lanza una sonrisa tranquilizadora mientras ambas recortamos la distancia que nos separa.
+ ¿Cómo está?
V: ¿Quién? ¿Laura o la nena?
+ Las dos –respondo con miedo–
V: Vengo a buscarte para que vayas con Laura, aquí no puedes hacer nada y tu mujer necesita estar calmada. De momento las dos están bien, los latidos de la nena son normales y Laura ha dejado de sangrar pero, de todas formas cuando venga vuestra doctora os informará mejor.
+Gracias por cuidar de los 3, sé que no es fácil para ti...
V: no me des las gracias, y ve con Laura, yo me quedo con el pequeñín.
...
+Mi amor...
-Hola...
+¿Cómo estás?
-Tengo que guardar reposo, Maca dice que lo mejor es retrasar el parto todo lo que podamos pero, si no se puede la niña está lista.
+Menos mal, menudo susto me has dado –le digo mientras uno nuestras frentes y la miro directamente a los ojos–
-Acuéstate conmigo y abrazame fuerte... Esto es una pesadilla y ha sido por mi culpa...
+No tienes culpa de nada, nosotras no podemos saberlo todo...
-Tenía que haberme dado cuenta, soy médico.
+No, no lo eres, eres madre.
Tras un rato de silencio abrazadas, en el cual solo se oyen los fuertes latidos de mi hija y los leves quejidos de Laura, decido romperlo
+Tendremos que ponerle nombre...
-¿No te gusta que la llamemos bebé? Pablo la llama así...
+Que idiota eres... Me encanta pero, deberíamos decidirnos ya.
-Yo lo tengo claro... ¿verdad Valentina?
+ ¿Cuando lo has decidido?
-Antes, cuando estábamos las dos esperándote y hemos tenido una charla mamá-hija.
+Muy bonito por vuestra parte, excluirme de las decisiones importantes... –me hago la ofendida, pero en el fondo me encanta el nombre, le hace justicia porque es una valiente, aún no ha nacido y ya tiene la misión de salvarle la vida a su hermano–
-Te queremos
+Y yo a vosotras. Voy a ver a tu hermano Valentina.
Deja un beso en mi tripa y uno en mis labios y sale por la puerta de la habitación.
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Buenos días ☺ ¡he vuelto! Gracias a lxs que seguís leyendo y disculpar mis casi dos meses de ausencia.
Nos leemos pronto.
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Fortalezas
Fiksi PenggemarUna historia de fuerza, lucha y superación. *Malú, 37 años. Abogada y madre coraje. *Laura, 34 años. Médico pediatra. Descubramos el valor de la vida y de los pequeños momentos. Cada paso hay que celebrarlo.