Park JiMin
Jeon T/N
"No puedo creer cómo es que ella es su novia..."
"¿Será amor por conveniencia?"
"Seguro Park le da maltrato"
"Cállense, aquí viene el bravucón"
Comentarios como esos y más rondaban por toda la universidad de Hanyang, y era de esp...
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Allí estaban todos.
Cada miembro del grupo que el chico de la sonrisa cuadrada había creado estaba allí, con esos rostros totalmente perdidos.
Bueno, SeokJin, Nohelia y T/N eran la única excepción. Pues ellos tres estaban fascinados ojeando al pequeño niño que yacía en brazos del peli-cereza.
Mientras que el resto, estaban totalmente perdidos en el limbo al presenciar al pequeño niño que jugaba entre los brazos del chico de la sonrisa cuadrada.
—Bien, han venido por una razón, estoy consciente de eso —habló el pelinegro, rompiendo el silencio que había en ese living.
—¿Cómo es esto posible? —preguntó el moreno, mirando al pequeño ser como si fuese la cosa más interesante del mundo.
Silencio.
Otro silencio adornó el gran espacioso living. Las miradas de incredulidad se compartían recíprocamente, la confusión aún era la reina de cada uno de los hombres presentes.
Un carraspeo se escuchó más fuerte de lo que el dueño de este pensó. El pelinegro tomó la mano de su pareja y se motivó a ponerse en pie.
Por acto de reacción, el peli-cereza imitó la acción de su pareja, dejando al niño en el piso azulejo sobre sus pequeños pies.
La pareja compartió miradas, para posteriormente clavarlas en cada una de los presentes.
—Miren, chicos, sé que no fuimos específicos con el detalle del niño —comenzó el peli-cereza, sonriendo de pronto por su pequeña euforia de al fin tener la oportunidad de mostrarle a sus amigos a su bello hijo.
—Vayan al puto grano, estoy que muero de intriga —escupió el peli-menta, ganándose una mueca en dos personas específicas.
—¡Cuida tu vocabulario en frente del pequeño! —soltaron al mismo tiempo, el peli-cereza y el rubio.
YoonGi sólo se encogió de hombros, restándole importancia a las protestas de ambos hombres.
—¿Ustedes adoptaron o algo? —preguntó el chico "Cerebro sexy".
—¡Siiii! —respondió con alta euforia el peli-cereza, contagiando a su pareja.
—Vaya…, con que era eso, ¿eh? —preguntó con incredulidad el peli-menta.
—¿Y por qué? —preguntó el azabache, hablando por primera vez después de tanto tiempo de estar callado.
—¡A eso quería llegar! —contestó el pelinegro, tomando aire para repartir la información—. Nosotros teníamos ese deseo de formar una linda familia, entonces, entre tantos debates entre mi Tae y yo, llegamos a esta hermosa decisión de vaguear por los centros de adopción y estuvimos ahí por unas largas horas para ver a qué niño podíamos adoptar.
