Park JiMin
Jeon T/N
"No puedo creer cómo es que ella es su novia..."
"¿Será amor por conveniencia?"
"Seguro Park le da maltrato"
"Cállense, aquí viene el bravucón"
Comentarios como esos y más rondaban por toda la universidad de Hanyang, y era de esp...
Antes que empiecen a leer este último extra, quiero pedirles mis sinceras disculpas, estoy consciente del largo tiempo que me había perdido y se debió a problemas tanto familiares como personales. Pero en fin, espero que disfruten este último extra culminante de esta historia que tanto cariño le tomé.
¡Disfruten! 🐇❤️
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Park JiMin
Las olas del mar movían mis largos mechones de mi rubio cabello que danzaban agradecidos con la brisa pacífica de la playa, la vista era maravillosa, el deleite era tan satisfactorio como el hecho de que me había casado con la mujer de mi vida. Ésa mujer, quien me volvía loco cada día de mi vida, cada segundo de mis momentos y cada hora de mi conocimiento.
Ella me traía loco perdido en el amor, ella me hacía feliz, ella era la luz de mis días, ella era la mujer de mi vida, aquélla que supe que amaría por toda una eternidad cuando la vi por primera vez, cuando mi madre me había llevado a un lugar distinto a mi hogar, cuando era pequeño y llegó a mi conocimiento el hecho de que mi suegra y mi madre eran amigas de infancia.
Estaba muy feliz porque desde muy pequeño pude tener a mi T/N conmigo, y que ahora la había convertido en mi mujer con unos hermosos niños, producto de nuestro amor. La brisa pacífica que emanaba en la playa me dejaba bajo mucho éxtasis, mi respiración era tranquila, sosiega, contenta por haber logrado lo que de pequeño había deseado con tanto anhelo.
Me casé teniendo ya un trabajo, a una buena edad y tuve hijos con una economía lo suficientemente capaz de respaldar todos los gastos que se nos vendrían con la gran responsabilidad de ser padres. Nunca fui amante del dinero, ni siquiera llegaba a usarlo para malgastar el mismo en vicios que sólo arruinarían mi vida, sólo me gozaba de este cuando era necesario hacerlo. Cuando era estrictamente necesario hacer uso de algo tan material que, lamentablemente, ha destrozado las buenas personalidades y principios de la mayoría de personas en el mundo.
Y siempre me pregunté ¿por qué obsesionarse con unos simples pedazos de papel? Si cuando uno se marcha de este mundo, nada de lo que contenga este podrán llevárselo, toda cosa material inicia y termina acá. Falleces y lo dejas todo, al final de los tiempos ni tu propio cuerpo te llevas, sólo tu alma y espíritu te acompañarán siempre.
Nada más.
Sonreí en un suspiro de un tonto enamorado, pues así me tenía mi chica, loco de la embriaguez del amor. Miré hacia el cielo, sintiéndome más que satisfecho con la vida por la gran alegría que esta me había ofrecido; me sentía tan libre, tan ligero y tan malditamente enamorado.
Mi vista de pronto se volvió oscura, dejando de apreciar aquel brillo intenso del azul cielo al mismo instante en que me hice con la cercanía de mi chica. Pues unas manos malditamente suaves obstruían mi campo de visión y sabía que era mi esposa sólo por la textura de sus manos, aquellas densas manos que tan bien conocía.
