°•|Capítulo 18|•°

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TaeHyung yacía recostado sobre el pecho de su hermoso novio, HoSeok

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TaeHyung yacía recostado sobre el pecho de su hermoso novio, HoSeok. Ambos sonreían con parsimonia, sintiendo la paz y regocijo que les causaba el compartir un momento en pareja.

Veían de lo más tranquilos una película de romance y comedia, acompañados de sodas sabor a limón y palomitas con mantequilla.

HoSeok estrechaba con cariño el precioso cuerpo que tenía encima suyo, mientras su pareja le hacía comer de las deliciosas palomitas de maíz con la mantequilla chorreada por todos los extremos de cada trozo.

Todo era lindo y pacífico, hasta que unos pasitos se dejaron oír por el living, llamando la atención de ambos hombres.

—¡Papá Tae, papá Hobi! —les llamó su pequeño hijo, Chin-Mae, uniéndose al momento romántico que compartían ambos mencionados.

—Bebé, ¿qué ocurre? —preguntó un enternecido TaeHyung, separándose un poco de su pareja para aproximarse a su tierno hijo.

—Vamos, campeón, cuéntanos lo que ocurre —apoyó HoSeok, pasando su brazo derecho por la espalda del peli-cereza hasta el punto de adueñarse de su moldeada cintura.

—¡¿Saaaabeeeen?! —comenzó, lleno de emoción—. ¡De grande me gustaría ser un oficial de policía! —chilló con emoción, contagiando a ambos chicos.

—¡¿De verdad?! —inició el peli-cereza, tomando en brazos a su hijo y posicionándolo en su regazo—. ¡Eso sería genial, mi pequeño oficial!

—Serías uno de los policías más excepcionales y grandiosos que el mundo haya visto jamás —acompañó HoSeok, uniéndose al abrazo familiar que TaeHyung empezó.

Sin duda alguna, era una muy adorable familia pequeña.

Mientras tanto…

El sonido de la cama hacía obscenos ecos dentro de la calurosa habitación, la pared parecía querer romperse al sentir el constante impacto del respaldar de la cama.

El sudor cubría ambas anatomías, la lujuria consumía ambas almas deseosas, tanto una de la otra.

Las embestidas eran rápidas y consecutivas, mientras eran acompañadas de agudos gemidos y roncos gruñidos.

SeokJin aferraba con fuerza sus manos entre las desarregladas sábanas de la cama, mientras NamJoon se encargaba de enterrar más y más, y aún más profundo su hombría.

Además de que la posición en que poseía a SeokJin le favorecía en gran manera, pues las piernas de éste mismo estaban en cada lado de sus morenos hombros.

Posición en la que NamJoon tenía mayor acceso a la estrecha, y muy expuesta, entrada del de tez blanca.

La electricidad que sentían ante cada roce, cada tacto y cada movimiento aumentaba aún más cuando el quinto orgasmo se asomaba.

—Nam…, N-namie~ —gemía sin cordura alguna, estaba totalmente cegado por el placer y el deseo que le era imposible soltar palabras coherentes.

—Oh, bebé, ya estoy demasiado cerca —besó todo el rostro de su hermoso novio, mientras bajaba sus besos hasta plantarse en su cuello y dejar otro chupetón por allí.

Sus embestidas mantenían un ritmo constante, rápido y placentero, salvaje pero delicado, tierno pero sensual.

—Nam…, Nam…, ¡¡NAMJOON!! —gritó cuando su punto dulce era abusado sin descanso, dejando escapar su tan necesitado orgasmo, el cual hizo que las sábanas quedarán aún más manchadas por su líquido.

—Oh, sí, gime sólo para mí, bebé —volvió a morder con delicadeza y posesión su blanquecino cuello, mientras soltaba su líquido en grandes cantidades dentro del interior de SeokJin.

Joder que esa noche NamJoon estaba más lujurioso que otros días.

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°•|¿Y si me besas?|•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora