°•|Capítulo 22|•°

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—¿Entonces eso ocurrió aquel día? —preguntó, acariciando con suavidad el fornido y desnudo pecho de su novio

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—¿Entonces eso ocurrió aquel día? —preguntó, acariciando con suavidad el fornido y desnudo pecho de su novio.

—Exactamente eso pasó, nena —respondió, suspirando hondo, mientras cerraba sus ojos puesto que las caricias le encantaban en sobremanera.

Aún recordaba aquel día.

—¿Qué es lo que ocurre, director? —preguntó con furia, sintiéndose más asqueado que antes.

—Solamente quería enmendar algunos asuntos contigo, Park —le respondió con serenidad y contando con un aire de vergüenza.

El azabache frunció levemente su ceño, aún se encontraba descolocado por el llamado tan repentino, y justo en los momentos en que recién regresaba de su expulsión.

Mantenía su vista clavada en la contraria, exigiendo de la manera más pronta posible una explicación, pues la interrogante de lo que sucedía le mantenía inquieto.

El carraspeo del director le alertó, acallando sus preguntas interiores ya que el mayor decidió hablar:— Puedes acercarte ya.

El azabache no podía comprender la situación, hasta que sus ojos se toparon con el chico que volvería a golpear cuantas veces sean necesarias.

¿Qué hacía el cerdo asqueroso delante suyo?

—¡Tú, hijo de la g…! —su maldecir fue interrumpido inmediatamente por el director.

—¡Ese vocabulario, Park! —el susodicho bufó en molestia.

Estaba molesto, estaba más que molesto. ¡Tan sólo la presencia de ése estúpido ser le hacía hervir la sangre! Sí, a tal grado de que sus venas en su cuello dieran cierto, y muy notable, realce.

—Siéntate —ordenó el director, mientras el chico de cabellos morados acataba su órden sin rechistar contra ella.

JiMin fulminaba al peli-morado a tal manera que podía decirse que lo asesinaba con la vista. Y es que no había peor cosa para el azabache que el sólo hecho de que intenten tocar a su chica.

O peor aún, que intenten violarla.

—JiMin, sé que tuviste una razón para llevar a éste chico hasta el hospital…

»Al principio creí que había sido por simple satisfacción tuya ya que en años anteriores solías hacer ese tipo de cosas hacia los estudiantes, pero ahora dándome un tiempo en chequear las cámaras de seguridad, veo y entiendo el porqué de tu reacción. Sé que lo que hizo DoWoon no fue lo correcto, y ya hemos preparado una sanción para él, pero eso no quita el motivo de que hayas llegado hasta ese grado…

—Momento, dice que quiere enmendar las cosas ¿y me viene reprochando por lo que le hice a éste imbécil? —reprochó, interrumpiendo el discurso, que para él era innecesario, del director.

—Este imbécil tiene nombre…

—¿Qué mierda dijiste, cerdo asqueroso? —se levantó de su asiento, con intenciones de volver a atacar, causando que el peli-morado se removiera en su asiento por el temor.

Sí, el chico le había cogido miedo al azabache.

Y JiMin, ¿por qué no querría volver a hacerlo? Si después de todo no perdonaba aquella atrocidad.

—¡Basta! —interrumpió el director, poniéndose también en pié—. Ahora el que tendrá mayor sanción es él, y te pido mis sinceras disculpas, Park.

—¿Le han dicho lo pésimo director que es? —se aproximó hasta la puerta de la dirección y tomó la perilla de esta—. Me iré primero, si eso era todo entonces no veo motivo alguno para seguir derrochando mi tiempo aquí.

—Park, sólo queremos que no vuelvas a cometer el acto que pasó.

—No lo pensaré —y con eso dejó la dirección, andando a paso precipitado pues ansiaba tanto estar con su novia.

¿Cómo simplemente le llamaba para nada más eso?

Sí, reconoce que por poco y mataba al chico, pero él tenía la culpa porque después de todo quiso violar a su pareja. Y por supuesto que veía injusta la situación puesto que él fue retirado por dos semanas completas de la universidad, mientras que al tipo sólo le darían una asquerosa y barata sanción.

—Aún así, no me arrepiento de nada —susurró, entrando a su salón correspondiente. Siendo recibido por una suplicante vista, cuya propietaria era su chica, T/N.

 Siendo recibido por una suplicante vista, cuya propietaria era su chica, T/N

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°•|¿Y si me besas?|•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora