El chasquido tomaba participación, sonando como muy sonoros choques entre los labios de la peli-ceniza y el azabache.
Aquel beso había iniciado como un acto romántico y sobrecargado de amor y ternura, cosa que pasó a segundo plano desde que la intensidad y el ritmo que este estaba tomando rumbo logró calentar a la pareja.
Una vez ambos cuerpos se introdujeron en el interior de la habitación que le pertenecía a la joven, el azabache cerró con prisa la puerta tras su espalda y, tomando de la cintura a su novia, elevó su esbelto cuerpo por los aires para que ésta hiciese lo que le pedía a palabras sordas.
La peli-ceniza enrolló sus piernas hasta el punto de formar una circunferencia, atrapando en ello la tonificada cintura del chico de cabellos azabaches. Ésta misma plantó su mano entera en la cabellera del chico, enredando sus nudillos en las azabaches hebras del mayor.
Su trayectoria inició desde su nuca hasta culminar en la parte posterior de su cabeza y dejar aparcadas sus manos ahí, con los nudillos sujetando las hebras como si su temblorosas extensiones temiesen perderlo.
El beso se evolucionaba de uno lindo a una cada vez más salvaje, hambriento, deseoso y ansioso de querer robar el aliento de los labios ajenos. Para que el aliento del otro quedase guardado cual tesoro desde lo más profundo de sus corazones.
El chico acorraló a su novia en la pared, bajando sus besos hasta que estos tomaron liderazgo y posesión total de su muy sensible cuello, atacando sin piedad la vulnerable zona. Logrando con ello arrancarles gemidos del placer más puro, si eso aún era posible para la chica.
La peli-ceniza no tenía idea que sus alaridos enloquecían de la peor manera al azabache, pues el muy tonificado bulto entre sus pantalones daba las evidencias necesarias para creer que así lo era. Ésta tomó provecho de ello, puesto que se abrazó al tronco de su novio y lo atrajo hacia ella con una brusquedad tan firme que causó un choque descomunal entre su feminidad y la masculinidad del joven.
Aquella osadía de la chica les llevó a ambos al delirio extremo, pues los gritos cargados de placer que mantenían revalsando y palpitando dentro de sus seres confirmaban lo entendible.
—No aguanto más…, joder, yo… —su respiración estaba más que agitada, sus pulmones hacían el doble esfuerzo para trabajar correctamente— mierda, yo realmente te necesito —y con eso corrió a besar con salvajismo los abultados e hinchados labios de su nena.
—Ngh~ —cada gemido que la fémina expulsaba de sus labios eran absorbidos por la insaciable boca del azabache, quien se los tragaba más que gustoso—. MinMin~, también necesito de… ¡ah, rayos~! —se quejó entre jadeos al sentir la maravillosa lengua de su novio mamar de sus ahora desnudos senos.
T/N ni siquiera había caído en cuenta de que su camisa había sido retirada, y no fue hasta que la traviesa y experimentada lengua de su JiMin absorbía sus senos con una devoción que se podía comparar a las intensas ganas de un bebé por tomar de la leche de su madre hasta saciar su hambre.
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°•|¿Y si me besas?|•°
FanficPark JiMin Jeon T/N "No puedo creer cómo es que ella es su novia..." "¿Será amor por conveniencia?" "Seguro Park le da maltrato" "Cállense, aquí viene el bravucón" Comentarios como esos y más rondaban por toda la universidad de Hanyang, y era de esp...