°•|Capítulo 17|•°

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—¡Ja, ja! ¡Volví a derrotarte, hermanita! —chilló de alegría el castaño, haciendo que un enésimo puchero apareciera en los labios de la peli-ceniza

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—¡Ja, ja! ¡Volví a derrotarte, hermanita! —chilló de alegría el castaño, haciendo que un enésimo puchero apareciera en los labios de la peli-ceniza.

—No es justo, esta es la décimo tercera vez que me ganas —comentó en desacuerdo, llevando sus mechones hacia atrás, pues le hacían vista ciega a sus ojos—. ¿Qué tipo de trampa usas, Kook?

—¿Yo? —respondió, llevando una de sus manos hacia su pecho, haciendo el gesto de haberse ofendido ante tal pregunta—. Déjame decirte que eso se llama don, niña.

—Claro…

Jugaron una vez más, sintiendo la adrenalina de pelear como si sus vidas dependieran de ello. Aunque en parte lo era, pues sus personajes fallecerían si no se defendían bien u ordenaban bien los movimientos con el mando.

Gritos de victoria, maldición y sorpresa ahogada se escuchaban salir de los labios del castaño. Mientras que la peli-ceniza sólo hacía sus típicos pucheros, hartándose de sus derrotas consecutivas.

Todo parecía normal, la convivencia entre hermanos era una de las pocas que tenían cuando sus parejas no estaban presentes.

Extraño, pues la pareja correspondiente de cada uno de los hermanos no pasaba más de una hora sin estar a sus lados. Y JiMin no estaba con T/N, tampoco Nohelia con JungKook.

¿Dónde se encontraba el azabache y la peli-menta?

[…]

—¡Kook, en un momento regreso! —gritó desde la primera planta, recibiendo un “bueno”, proveniente de la segunda planta, entonado en el mismo tono que ella había aplicado de parte del mencionado.

La situación, la novia de JungKook, cuñada de T/N, ya había llegado. Lo extraño y poco común era que no había ningún rastro de JiMin. La peli-ceniza le había mandado decenas de mensajes y llamadas, las cuales nunca obtuvieron respuesta alguna.

T/N sentía un mal presentimiento, empezaba a sentirse intranquila y con una extraña sensación en su pecho. Empezaba a temer lo peor, ¿y si le había sucedido algo? ¿Y si él estaba pasando por un problema grave?

Ella sabía lo problemático que el azabache podía llegar a ser, por tal motivo empezaba a temer de que en un nuevo clavo éste se haya metido por su insolencia.

Al salir de casa, caminaba con rumbo hacia el parque poco transitado y visitado por las personas, pues era el favorito tanto de JiMin, como de ella. En aquel parque ambos pasaban su tiempo armonioso, por parte de ella, y obsceno, por parte del azabache.

Entre sus manos cargaba su celular, dejándolo caer al instante en que pisó el suave césped del lugar. Los acontecimientos la dejaron perpleja, dolida y con sentimientos encontrados. Se sentía confundida, traicionada, molesta, extrañada y sorprendida, ¿cómo es que JiMin pudo haber llegado a hacer aquello?

°•|¿Y si me besas?|•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora