"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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Ben
Hoy sería la final, nuestra escuela se iba a enfrentar con otra institución del norte. Cómo capitán del equipo mi deber es trasmitirles confianza a cada uno de los jugadores y guiar el calentamiento antes de salir a la cancha.
Es nuestro último año en la preparatoria y está sería nuestra segunda victoria, y de ninguna manera dejaría que los del equipo contrario anotarán algún Touchdown o que se llevarán la delantera.
—Benjamin.— el entrenador llamó mí atención.— ven un momento.
—Diga me entrenador, ocurre algo?
—Simón tendrá que salir a jugar.— dijo y yo volteó a ver al chico escuálido que estaba recostado en una de las bancas con su uniforme ya puesto.— John enfermó y no vendrá.
—¿Qué? John es uno de los mejores en la cancha, podemos meter a otro, menos a Simón.— comenzé a perder la cordura.— solo mire, lo mataran ahí adentro.
—Eres el mariscal Benjamín, y como un buen capitán deberías tener fé del pobre Simón.— dijo señalándolo con el dedo índice.— así que ve a decirle que caliente porque hoy saldrá de la banca, tal vez el ayude a que nos llevemos la victoria y honrar a nuestra institución.
El entrenador se fue dejando me ahí parado echando humo por las orejas. Me dirigí a dónde Simón, cuando llegue ahí le aventé su casco haciendo que el se levantará de golpe.
—Ve a calentar, saldrás a jugar.
—Me estás hablando a mi.— pregunto.
—Sí imbecil, a quien más le estaría hablando.
—Ire a calentar, gracias por esto amigo.— tocó mi hombro.
—Si haces algo mal y dejas que te tiren.— lo tome de la camiseta.— estás muerto.
Lo solté y el se acomodó su lentes mientras iba retrocediendo hasta que por fin fue a calentar.
Camila
Era viernes, no había clases por el partido de fútbol americano donde Ben jugaría y toda la escuela estaba emocionada por qué tal vez le ganaríamos al visitante.
Según Ben y su equipo habían entrenado noche y día para llevarse el trofeo a casa y así honrar a nuestra institución antes de graduarnos.
—Lucy.— moví a mi amiga ya que aún seguía dormida.— Despierta debemos arreglarnos para ir al juego.
—Q-que.— dijo algo adormilada.— no molestes Camí, el juego es hasta más tarde.
Dijo y se volvió a quedar dormida, bufé mientras se me venía algo a la mente que tal vez la despertaría. Con todas mis fuerzas la empuje haciendo que cayera de la cama.
—Que te pasa Camila.— se paró de golpe.— si me dolió.
Comenzé a reír.— vamos tenemos que ir a la biblioteca y de ahí nos quedamos de ver con Alexa y Mickey en la escuela e ir a ver...
—a tu novio jugar.— interrumpió y yo la fulmine con la mirada.— Si, ya lo sé.
—No es mi novio, y ya vete a bañar.
Después de seguir hablando de nuestras vidas y reírnos como unas locas, fui a mi armario y comenzé a buscar algún conjunto que me quedara bien.
Así que elegí un pantalón de mezclilla claro de tiro alto con una blusa de rayas y mis conversé, tomé mi cabello en una coleta alta y me maquille natural; como siempre.
—Estamos listas, vámonos.— dijo Lucy tomando su bolso.
Salimos de mi casa y nos dirigimos a la biblioteca ya que tenía que conseguir un libro que Mary y Ashley me habían recomendado estudiar para mí examen que sería ya la otra semana, obviamente estaba nerviosa pero mamá dice que los nervios son una distracción y no es bueno que yo los experimente pero es inevitable no sentirme así.
Después de conseguir mi libro nos dirigimos a la institución donde veríamos a Alexa y Mickey.
—Llegaron.— Alexa fue a saludarnos.— Mickey fue por unas palomitas y a apartar los lugares.
—Faltan 5 minutos para que empiece el primer tiempo.— dijo Lucy.
Adentramos a la escuela buscando a Mickey, el levanto la mano para que lo vieramos.
—Chicas, ¿Cómo están?.— el chico nos saludo y nosotras hicimos lo mismo.
—Hola Lucy.
No me había percatado que mi primo también estaba.
—Hola Victor.— ella lo saludo.
Victor ya sabía lo de Lucy y Rami, al principio no lo tomo bien pero después lo dejo pasar y solo le quedó aceptarlo, me da gusto por el ya que ya consiguió pareja para el baile.
—Tu prima Elena y su grupo de porristas han preparado un baile para el medio tiempo.— hablo Mickey.— Alexandra y yo las hemos observado.
—Callate Miguel. — todos rieron.— oh miren ya están saliendo los jugadores.
Todos mirábamos al equipo salir de sus vestidores, mi campo de visión buscaba a mi mejor amigo hasta que lo ví salir con la mascota del la escuela.
Todas las chicas comenzaron a gritar su nombre; hasta una porra le habían hecho, y como siempre Benjamín con su ego hasta el cielo tiraba besos. Esboze una sonrisa.
—¿Que está haciendo Simón ahí adentro.— Victor señaló y yo desvíe mi mirada de Ben para ver Simón.— lo van a matar.
