"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy sería el baile de graduación, después de llegar del campamento Camila y yo no nos dirigimos ni una sola palabra. Después de la discusión, fui a la cabaña junto con Elena, no me medí y terminamos haciendo algo que no quería que pasará.
Hoy me levanté más temprano de la normal Rami y yo iríamos al centro comercial por nuestros trajes; todo a la mera hora.
—Ella mañana se irá.— dice Rami y yo volteó a mirarlo.— y no harás nada para disculparte.
—¿Disculparme yo? Ella fue la que no creyó en mí Rami
—Ella te dijo porque no lo hizo Ben, ella aún así te lo diría y tú te enojarias con ella de igual forma.
—Teniamos una promesa, ella nunca me menciono que también haría el examen para New York.— le digo mientras paraba el auto.— Camila siempre me lo oculto.
—Y todo esto era alguna forma para acostarte con Elena.
Pongo mis ojos en blanco.
—No empieces Rami, lo de Elena se dió ok, y eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando.
—Y dime, son algo para que los dos este jugando a la mamá y al papá.— bajamos del auto.
—No, no somos nada.— volteó a verlo y lo señaló con el dedo índice.— pero lo seremos.
—Y en verdad te gusta.— dice y yo me quedo en silencio por unos segundos.
—Claro que me gusta, es linda.
—Si existiera un concurso de la mejor mentira del mundo, tú hubieras ganado.— lo fulminó con la mirada.
—Sabes que, dejemos de hablar de eso y vallamos por nuestros trajes. Tengo que estar en el colegio en menos de una hora y tú debes pasar por Lucy.
Rami y yo entramos al centro comercial mientras nos dirigimos a la tienda de ropa.
Camila
—Ya está todo listo.— hablo Kattia desde el baño.— tu vestido para el baile y el otro para la graduación.
—Que bien.— exclamó sin ganas.
—Camila, ya basta. No te sientas culpable por lo ocurrido.— mi hermana se sienta en mi cama a un lado de mi.— Tenías miedo.
—Eso no justifica el haber roto la promesa.
—Era una simple promesa Camila tu misma lo dijiste, Ben también a roto sientas de promesas y siempre se las pasas.— suspira.— Sé que el está enojado y triste. Pero muy dentro de él está gritando de felicidad por ti.
