"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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—Aquí están unos jeans y una sudadera.— le extiendo a Camila ropa seca.— son de Addison.
Camila y Eddie habían llegado a mi departamento para asegurarse de que Addison estuviera aquí sana y salva.
Invite a pasar a Camila para que se cambiara de ropa y le marcará a los demás para decirles que estábamos bien mi hermana y yo.
—¡Gracias!— me agradeció.— ahora regreso.
Ella adentra al baño y yo suspiro. Tenía que hablar seriamente con ella y pedirle las disculpas que sean necesarias y que olvidemos todo lo que pasó.
Espero afuera del baño a qué Camila salga, doy vueltas en circulos mientras pienso lo que voy a decirle y no la incomode. Pero eso sería imposible porque es obvio que ella se siente incómoda con tan solo verme.
—¿Qué estás haciendo?— me susurra Addison.
—Esperando.— le contesto de la misma manera.
Addison y Eddie se rien de mi y yo les hago una seña obscena a los dos. En ese momento Camila sale y se aguanta de la risa al verme haciéndole pistolita a Addi y a Eddie.
—Le llamaré a William.— dice y yo hago un puchero.
—Antes que nada.— le detengo.— ¿Puedo hablar contigo? Claro si tú quieres.
Camila se queda pensativa, pero al final acepto hablar conmigo. Vamos y nos sentamos en el piso del balcón de mi departamento.
—Y bien.— cuestiona.
—Yo solo quería volver a pedirte una disculpa.— suspiro.— mi intención no era incomodarte y echar todo a perder. Eres muy importante para mí Camila.
—Y tú eres muy importante para mi, Ben.— me toma de las manos.— nada va a cambiar entre nosotros, te lo prometo.
—Olvidemos esto si?— junto mis manos en forma de súplica.
—No, no lo olvidaremos.— suspira.— pero si eso es lo quieres, trataremos.
Sonrío de lado y asiento no muy convencido.
—¿Camila?— Addi la llama.— es William, está afuera del departamento.
Camila voltea a verme, solo me da un abrazo y un beso en el cachete.
—Ahora voy, gracias Addi.
—¡Vamos, te dejaré en la entrada!
Los dos nos levantamos del piso y vamos directo a la puerta. Al abrirla estaba William, Alec y mis amigos.
Camila corre hacia los brazos de William, yo solo me volteo a un lado para no presenciar el beso que se iban a dar.
—¡Que bueno que estás bien!— me dice Alexandra.
—Te quedaste pasmado cuando el padre dijo, "diga sus votos, Joven Ben"— dice Mickey imitando la voz del padre.— pero, ¿Que fue lo que te puso así? O más bien, ¿Quien fue la que te puso así?
Alexandra le da un codazo a Mickey y el se queja del dolor. Ellos sabían muy bien que yo estaba enamorado de Camila y que obviamente no me case con Elena porque aún mis sentimientos hacia mi mejor amiga no se han apagado.
—Solo no me sentía seguro de casarme.— es lo único que dije.
Mickey solo me mira sin creer ni una sola palabra, pero después solo eleva los hombros.
—Creo que, ya debemos irnos.— dice william.
—Sí, debemos irnos.
Camila se acerca a mí y me vuelve a abrazar. Quedamos juntos unos pocos minutos, pero para mí fueron varios.
Tenía unas ganas tremendas de llorar y besarla, pero sabía que no podía. Solo tendría que esperarla.
—¡Cuídate!— beso su frente.
—Tu también cuídate.— ella se separa de mí.— ¡Adiós!
Mis amigos se despiden de nosotros para después atravesar esa puerta e irse.
Sentía un hueco dentro de mi, necesitaba a Camila conmigo ya que ella me hace sentir... completo.
