⁰¹|| WARRIORS: batfamily

008. Try

Moscú, Rusia
|casa de seguridad|
29 de enero del 2019 [4:23am]

Blair Barrow

Puedo ver cómo Jared ya está durmiendo y cómo yo intento hacerlo. Otra vez esta pesadilla, y yo jamás, nunca, puedo evitar lo que va a pasar.

La puerta se abre lentamente, papá entra por ella, intentando no hacer ningún ruido, llega hasta mi cama, se pone encima mio. Es demasiado pesado para mí. Empieza a dejar besos por mi cuello. No entiendo por qué lo hace. Sólo sé que volverá a pasar y nunca se dentendra. Empiezo a sentir como una fuerza extraña se apodera de mi cuerpo, siento que la energía fluye a través de mí. Sin moverme, logré hacer que papá cayera, pude ver una aura negra fluyendo por mis manos. Todavía tengo lágrimas en mis mejillas, me siento muy fuerte. Solté un grito muy fuerte, tanto que hizo reventar mis ventanas y lámpara.

-tranquila, mi niña.-súplica papá. Jared se ha despertado, está confundido, más que yo.-baja eso.-ordena mi padre, perdí el control. Mi mente me dice que debo encajar en su cuello aquel gran trozo de cristal. Y la dejo hacerlo. La sangre empieza a salir, es demasiada, al cabo de unos segundos cae al suelo, sin vida.

Jared me mira con terror. He perdido el control. ¿qué estoy haciendo? No, por favor, no quiero hacerlo. Cerca de mi hermanito hay otro trozo, que parece tener la misma intención que con mi padre. Pero yo no quiero herirlo, no, Jared no. Jared es inocnete de todas las maneras posibles. No sé que es lo que hacía papá conmigo, pero no me sentía cómoda y por eso deje que mi mente lo matara. Pero sé que Jared no tiene la culpa. Pero ya no tengo el control de mis acciones. El trozo fue directo a su frente. ¡No!

Lo último que veo antes de desmayarme es ese tatuaje en la palma de mi padre. Esa tarántula que vi tantas veces cuando venía a mi habitación. Esa tarántula es un recuerdo directo a mi padre y el monstruo que es.

Solté un grito, para después abrir los ojos de golpe. Me percaté de que estoy llorando, como cada noche. Respire profundo y luego exhalé. Me tranquilize aunque sea un poco, nadie puede notar que no estoy bien.

-eres la puta ama del engaño, Blair
Barrow.- murmuré viéndome al espejo.-puedes seguir, siempre haz podido.

Me metí a darme una ducha, odio estar sin bañarme diario, un amigo me dijo que era un mecanismo de defensa, yo creo que tiene algo de razón, es parte de superar un trauma o de tener un trauma.

Esta bañera es mágica, es capaz de relajarte. El espuma se siente tan bien como para no dejarlo jamas. Cierro los ojos y empiezo a relajarme. Hasta que alguien toca la jodida puerta. Hay un cristal que me cubre, es de esos que distorcionan el otro lado.

-¿quién es?- pregunté.

-Jason.-contesta desde el otro lado. Es temprano para estar despierto.

-adelante.

Escuche sus pasos, se sentó de espaldas a la cortina de cristal. Siento aquella vibra que tiene luego de una pesadilla.

-¿estás bien?-preguntamos al mismo tiempo. Si, supongo que tenemos una buena conexion. Jale la cortina, y lo pude ver.

-es la hora de la pesadilla, ¿no?-preguntó. Le mostré media sonrisa.

-si, creí que ya no las tenías.

-creo que es algo de lo que nunca me voy a poder librar, Blair.-suena triste.

-pienso lo mismo.-comprendo lo que siente.-¿alguna vez estaremos libres de traumas?

-los traumas nos hicieron quienes somos, ¿no?

Eso hacemos. Empezar a aceptar todo lo que somos, lo malo y lo bueno.