Capítulo 14: Lo que pasa en la playa

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-Poché, no seas cochina. -Calle miró a Poché mientras la señalaba.

-¿Cochina? ¿En que piensas? -Poché se hizo la inocente mientras se acercaba lo suficiente para agarrarla por la cintura y entre sus brazos arrastrarla  un poco a lo hondo.

-¿Qué haces, Poché? -Calle preguntó con temor y Poché le sonrió con malicia.

-Lo que me enseñaron. -Poché, en un ágil movimiento, se tiró hacia atrás hundiéndose con Calle prisionera en sus brazos.

Al salir a la superficie Calle no dejaba de reírse contagiando a Poché. 

Y Poché se distrajo en la sonrisa que Calle portaba, su hermosa sonrisa.

-¡Hey! Que no me podía mojar el cabello. -Calle comenzó a intentar secarse el cabello con sus manos.

-Que terrible, señorita, pero si vas a la playa es casi un crimen no mojarse. -Esta vez, Poché habló con total doble sentido.

-Claro como te crees sirena. -Calle comenzó a lanzarle agua con sus manos.

-¡Trampa! -Poché protestó mientras intentaba cubrir su rostro del agua que iba directa.

-¡Tramposa usted! 

Poché la miró enojada y Calle se detuvo, dio un paso atrás antes de comenzar a correr intentado escapar de la Motorista.

Atrápame si puedes!

-¡¿Que hago cuando te atrape?! -Poché le había dado ventaja de alejarse un poco.

-¡Si lo logras, lo que quieras! -Gritó confiada y eso fue el toque especial del chef para que de verdad Poché comenzara a correr a toda su velocidad. En un abrir y cerrar de ojos Calle ya estaba entre los brazos de la Peli-Azul.

-¿Cómo fue dijiste? -Poché la sujetó más contra su pecho mirándola a los ojos.

-Si lo... lo logras. -Calle estaba nerviosa, pero no tanto como lo habitual.

-Lo que yo quiera. -La Peli-Azul terminó de hablar por Calle.

Se quedaron en silencio. En ese punto, por primera vez en los dos días que llevaban de conocerse, Poché quería besarla. Miró sus finos y hermosos labios. Calle bajó su vista hasta los labios de la Peli-Azul

-Lo que yo quiera. -Volvió a decir la Motorista y sin dudar un segundo más, unió sus labios con los de Calle. 

El solo contacto de sus labios hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo. La Castaña no se movía ni un centímetro, solo había cerrado sus ojos. Poché se separó y Calle permaneció con sus ojos cerrados.

"Que se joda..." El resultado de los sabios pensamientos de la Peli-Azul la llevaron a repetir su acción.

Volvió a besarla. Dudó un segundo entre seguir o separarse de la Castaña porque no obtuvo reacción de su parte, pero para su sorpresa sus labios se movieron contra los suyos. Calle colocó una mano en la nuca de la Peli-Azul y su otra mano la enredó en su cabello. Era un beso tierno, muy tierno y hermoso. 

El beso pasó al siguiente nivel cuando la Peli-Azul movió sus manos hasta posarlas en el trasero de la Castaña buscando un mayor acercamiento, acto por el que Calle ni se inmutó en rechazarlo. Poché la estaba deseando, su cuerpo estaba deseando llevarla a la habitación y hacerla suya.

Luego de unos segundos tuvieron que separarse para buscar aire. 

Calle se mantuvo con los ojos cerrados y agachó su cabeza hasta recargarla sobre el hombro de la Peli-Azul. Luego llevó sus manos alrededor de la cintura de Poché para abrazarla. Ambas permanecieron en silencio, hubiera sido un silencio total, pero el sonido del mar las acompañaba.

Cuento que merece un final mejor {Caché G!P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora