Capítulo 46: Antonia

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-¿Dónde está Dan? -Noche preguntó cuando llegaron al auto.

-¿No venía atrás de nosotras? -Majo había estado concentrada en sus pensamientos al punto de no notar la ausencia de la Castaña hasta que Noche lo dijo.

-Yo también lo creí. ¿Se habrá quedado hablando con Ramita? -Majo alzó los brazos dando a entender que no tenía idea.

-O quizás se detuvo para ir al baño. -Majo se subió a la cajuela del auto y se sentó recostada del cristal del auto.

-Iré por ella. -Noche abrió su auto y dejó adentro su cartera. -¿Me acompañas?

-No, gracias. Entrar al baño de mujeres no es lo mío. Solo una vez, dos veces no. -Majo se bajó de la cajuela y un auto se detuvo detrás del de Noche.

-¡Poché! -Se escuchó el grito de una mujer y la Peli-Azul se giró.

-¡Matu! -La Peli-Azul se acercó al auto hasta agacharse en la ventanilla bajada.

-Guapa, ¿Qué haces por acá?

-Acompañaba a mi amiga. -Resumió la Peli-Azul.

-¿Ya te vas?

-Sí, solo espero para irme. -La vista de Poché se desvió a las piernas de la mujer. -¿Me necesitas? -Preguntó con una sonrisa.

-Si tienes tiempo puedo mostrarte mis tatuajes.

-Un momento. -Poché se giró para encontrarse con Noche cruzada de brazos y con una mirada seria.

-¿No me acompañarás? -Preguntó Pulga y la Peli-Azul sonrió con una mueca.

-Calle debe estar bien... No creo que me necesites ni ella. Te cuidas Pulga y nos vemos mañana en el trabajo. -Poché abrió la puerta del auto de Matu y se montó de inmediato.

-Te enseñaré cada uno de mis tatuajes. -Sonrió Matu mientras ponía la marcha y salía del estacionamiento.

-Quiero verlos a cada uno de ellos.

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-¿Calle? -Noche se topó con Calle en la puerta de salida, pero la Castaña siguió caminando al ir concentrada en el papel que iba leyendo. -¡Calle! -Noche gritó llamando su atención y haciendo que se le cayera el papel.

Noche se dió prisa para recogerlo.

-¿Qué significa? -Preguntó al leer parte del papel.

-Nada. -Respondió rápido la Castaña a la vez que le quitaba el papel.

-No, Calle. Eso significa demasiado. -Noche señaló el papel que Calle iba guardando en su cartera.

-No... No significa nada.

-Vamos, Calle. Confía en mí. -El dúo llegó al auto de Noche.

-Solo es una cita. No significa nada.

-Si pediste una cita es por algo. ¿Estás...? -Noche alzó las cejas mientras miraba hacia la panza de la Castaña.

-Que no. Solo es una cita.

-Mujeeer... Dime la verdad. -Exigió Noche cuando se montaron al auto.

Cuento que merece un final mejor {Caché G!P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora