Capítulo 33: Puede ser importante

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-Poché... hey. Despierta, Poché... -La Peli-Azul abrió los ojos ante el llamado de la Castaña.

-¿Qué pasó? -Se sentó en la cama mirando como pasaban los creditos de la película.

-Te quedaste dormida en los primero diez minutos. ¿Tenías tanto sueño o estabas aburrida? -Calle se sentó a su lado mientras la miraba a los ojos fijamente.

-Tenía algo de sueño. -Confesó Poché y Calle le tomó las manos.

-¿No dormiste anoche? -Le preguntó mientras observaba sus dedos.

-La tercera noche que no puedo dormir. -Calle dejó de jugar con sus manos para prestarle atención al rostro de la Peli-Azul.

-¿Llevas tres noches sin dormir? ¿Y eso por?

-Nada, por nada. -Poché se puso de pie y se metió al baño para cambiarse.

-¡Oye no seas así! -Calle protestó cruzándose de brazos en el marco de la puerta.

-Me voy a cambiar, Calle. -Poché le mostró su ropa.

-Ya te he visto muy bien desnuda. Puedes cambiarte frente a mi. -Calle sonrió y Poché la miró entrecerrando los ojos.

-¿Desde cuándo no eres tímida ni te tapas los ojos? -Se quitó su pantalón y Calle permaneció firme mirándola.

-Creo que tus continuos momentos de exhibicionismo, las veces que hemos... -Calle pensó bien la palabra que iba a utilizar, pero prefirió evitarla. -Ya sabes que y que estemos solas pues me da cierta confianza.

-Que hemos tenido sexo. Dilo de la forma correcta, no muerdo.

-Oye que si muerdes. Te creí la primera vez que lo dijiste, pero esta vez no. -Calle se quejó y Poché sonrió al recordar el momento.

-No fue mi culpa que estuvieras ahí dormida boca a abajo. Tu trasero es una gran tentación para mi. -Poché se terminó de vestir y salieron del baño.

-¿Qué haremos? -Preguntó Calle y Poché miró el reloj.

-Tenemos algo de tiempo, podemos ir a comer si quieres. ¿O debes ir a la Universidad?

-Podemos ir a comer mejor.

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Poché!

-¡Aida! -Las mujeres se abrazaron. -Veo que has traído a la guapa de nuevo. Dos veces... -Aida miró a Poché quien con la mirada la hizo callar, se acercó a Calle y la abrazó. -¿Cómo estás, querida? ¿Poché te trata bien?

-Sí, me trata muy bien. Es una gran persona.

-Esa parte de ti no la conocía. -Aida miró a la Motorista alzando una ceja. -No me digas que tambien puedes regalar un peluche, flores y chocolates.

-Ja, ja... Mejor a lo que vinimos. Una mesa para dos. -Poché entrelazó su mano con la de Calle mientras seguían a Aida.

-¡Espera! -Calle se detuvo haciendo que Poché frenara de golpe.

-¿Qué pasa?

-Mira, somos nosotras. -Calle señaló el mural de fotos de parejas.

La Peli-Azul localizó la foto de ambas.

-La puso. -Suspiró mientras miraba fijamente a Calle en esa foto.

Calle estaba frente a Poché, agarrando las manos de la Peli-Azul para abrazarse con ellas, con la cabeza recostada del pecho de Poché con los ojos cerrados. Poché con su barbilla sobre la cabeza de la Castaña, con los ojos cerrados como si estuviera inhalando el aroma de Calle.

Cuento que merece un final mejor {Caché G!P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora