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Un hombre un poco más mayor de nosotros entró, poco a poco le reconocí por las fotos de los marcos. Era el dueño de la casa.

Matías no se inmutó en subir la cabeza y el hombre simplemente nos miró de reojo y siguió andando en dirección a alguna habitación de dentro. Tenía el pelo negro y un septum en la nariz, no parecía peligroso pero nada en esa casa era de fiar.

Nunca había tenido miedo de nada, nisiquiera ahora mismo lo tengo, pero no sé qué hacía aquí, no sabía si moverme e irme a mí casa o quedarme mirando como Matías hundía la cabeza en el sofá. De repente este levantó la cabeza, cogió la bolsa y se fue sin decir absolutamente nada.

Me entretuve mientras mirando posts de Instagram, stories de la fiesta que fue arruinada. Da igual, tampoco me lo estaba pasando del todo bien.

Al ver un storie de Lautaro y Matías antes de la fiesta, decidí abrirle chat.

[18/06, 02:20] @death666: ¿Estás bien?

Supuse que no me contestaría, así que seguí mirando la casa, sin levantarme de mi sitio. Me temblaban un poco las piernas de todo lo anterior que había pasado.

Despues de un rato, me di cuenta de que Matías tardaba mucho y me estaban entrando ganas de ir al baño, me levanté del sillón y miré el pasillo extenso de la casa, intentando averiguar qué puerta sería la del baño.

Supongo que la única contraria a las demás, así que me dispuse a abrir. Abrí lentamente porque tampoco quería que el dueño se enterará de que iba a entrar a su baño, aunque por otra parte, no creo que le interesará del todo.

Era un baño bonito, bastante arreglado en mi opinión para quien vivía ahí ¿pero quién era para juzgar?
Cállate ya Kat, agradece que estás viva porque quien sabe que podría haber pasado. Subí mi falda, baje mis braguitas y me senté sobre la taza del váter, tardaría en salir así que comencé a pensar en cualquier cosa para relajarme y tardar menos.

Sonaban ruidos raros dentro de la bañera tapada por una cortina ¿debería abrirla? Seguramente eran imaginaciones mías, aun estaba asustada por lo de antes. Cuando la abrí encontré a Matías, parecía drogado por la rojez de sus ojos y lo poco que abría estos.

Al menos de un punto para mí, no recordaría nada de esto mañana. No sabía si saludarle o no, igualmente en todo el tiempo que llevaba mirándole, el tampoco había dicho nada, simplemente nos habíamos quedado mirando. Dudo que él me estuviera mirando a mí, quizás estaba demasiado drogado y pensaba que estaba alucinando.

Decidí no decirle nada, tape otra vez la cortina al otro lado del baño, me limpié y subí mis braguitas y falda. Tire de la cadena y volví a salir del baño.

Cada uno tenemos nuestra forma de mantenernos vivos, aunque poco a poco se este matando a el mismo, pensé. Caminé por el pasillo hasta la puerta de salida de la casa y me fui sola a mí casa. Sin duda, había sido una noche extraña, era momento de pararla yendo a casa y durmiendo para ir mañana al instituto.

No tarde mucho en ir a mí casa o quizás ni siquiera pensé en el tiempo que había tardado en ir de vuelta. Las luces estaban apagadas, mi padre debía de estar durmiendo ya. Subí las escaleras, me desvesti de camino a la cama (dejando la ropa sobre el suelo) y me metí en la cama con ropa interior.

teenager sucks ☹ | Matías Candia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora