teenager sucks ☹ | Matías Candia.

13.

CAP.13 'MATIAS'

Cuando solo me gustaba Matias, todo era mucho más sencillo.

Sabia que mi amor por el era inalcanzable y lo había aceptado desde hace mucho tiempo. Me conformaba estar así por mucho que me atrajera en realidad. 

Solía pasar las tardes estudiando, de fiesta, bebiendo, en casa de mis amigas, chateando con Catalina o en la piscina de la casa de Abril. Tenia mis propios problemas pero como no desarrollaban a más, no me preocupaban. Por ejemplo, Pablo.

Me encantaba oír música, bailar, cenar con mi padre los días en los que tenia libre. Me lo pasaba bien masturbándome, haciéndome fotos desnuda y ayudando a hacérselas a mis amigas. 

Enviándole fotos a Pablo.

A veces incluso me gustaba dibujar o expresar mis sentimientos de adolescente de 17 años en un pequeño cuaderno que tenia al lado de un montón de apuntes del escritorio. 

Todo era normal. 

Antes de que llegaras tú.

Matias se había levantado directo a la puerta, le seguí. Caminaba sin pensar en ello, simplemente siguiendole. Cuando quise darme cuenta, estábamos cerca del boliche donde ocurrió la noche en la que me agarró Pablo. 

En la que me salvo Matias.

Habia comprado droga, como era de costumbre. Se disponía a pincharse.

'Dijiste que no' le dije mientras me apoyaba sobre el lavabo. Camino hacia donde yo estaba, se ato el brazo como solía hacer y me aparte para dejarle sitio frente al espejo. 

'Una sola vez más' contestó fríamente. 'Me lo merezco' 

'No' respondí, pero esta vez mis palabras no sonaban sinceras. Ni siquiera parecían contener empatia. Sonaban vacías. 

Aún así pude hacer un movimiento rápido que sirvió para quitarle la jeringuilla de las manos. Matias me miro confuso. 

Me senté sobre el váter de una de las cabinas de baño del lugar y me quite la camiseta. La ate sobre mi brazo, copiando cada paso que hacia hasta inyectarla. Podía imitarlo con facilidad. 

'Es solo un pinchazo' respondí irónicamente. Mi expresión de seriedad se tornó poco a poco en una leve sonrisa. 

'No voy a dejar que te pinches, Kat' dijo mirándome desde arriba, su expresión facial era muy seria. Parecía estar molesto.

'¿Por qué no? Es una sola vez más' 

La conversación era bastante lenta y vacía de emociones.

Reí para llenar el silencio en la sala. 

'No tiene gracia Kat' contestó, igual tampoco intentaba frenarme. Solo me miraba desde arriba con los brazos cruzados. 

'Te he visto tantas veces hacer esto que ha perdido la seriedad' respondí. Es como si las palabras brotaran solas de mis labios. Me sentía incontrolable.

Trague saliva y apunte la jeringuilla a la piel de mi antebrazo. Respire hondo y levante mi cabeza hacia arriba.

Miraba fijamente a la aguja.

Dejo que me la pinchara, no dijo absolutamente nada. Note como la aguja atravesaba mi piel, apreté el extremo para que soltarse el líquido en mi vena. No sabía siquiera si lo estaba haciendo bien, pero sentí un gran cosquilleo que llegó desde la zona donde me la había clavado hasta la punta de mis pies.

Matias no dejo que introdujera el líquido por completo dentro de mi, me arrebato la jeringuilla y la tiro al suelo, quedando inservible.

Tuve que apoyar mi cabeza en la pared de la cabina del baño para que dejara de dar vueltas.