teenager sucks ☹ | Matías Candia.

14.

CAP. 14. 'FINAL'

Inmediatamente mi padre vino a buscarme, supe que era el momento de marcharme. Llegue a casa a las 6 de la mañana, cansada y sin decir apenas una palabra después de todo lo ocurrido.

'Kat' dijo mi padre antes de que abriera la puerta de mi habitación.

'Dime' contesté a duras penas.

'Prometeme que mañana me contarás todo'

Estaba plantado en frente mia, alumbrado por la poca luz que entraba por la ventana.

'Te lo prometo' dije antes de entrar a mi habitación. Fui al baño a ducharme, me senté sobre el suelo y lloré un poco. Me sentía vacía.

Salí, me puse el pijama y caí rendida sobre la cama.

Pase días en la cama. Hablé con mi padre del tema, me dijo justo lo que creía que me iba a decir.

Le recordaba a mi madre.

'No puedes parar algo que es inevitable. Es tan doloroso verlo...pero es imposible ayudar. Sólo queda que el se de cuenta por si solo...'

'Si es que no es demasiado tarde' dijo finalmente. Me dio un beso en la frente y se dirigió hacia la puerta de mi habitación. 'Solo tú sabes que hacer. Sé que harás lo correcto'

Y se fue.

¿A que se refería con lo correcto? ¿A ayudarle? ¿A dejarle ir? No tenía ni idea. Pase mañanas, tardes y noches sentada en la cama pensando en la decisión correcta.

Platos de comida acomulados sobre el escritorio que apenas tocaba en días porque no era capaz de reunir fuerzas para ponerme de pie.

No fui a visitarle pero sabía que estaría ahí. Ignoraba a todas las llamadas, saludaba y despedía a mi padre cada mañana y noche pero no salía de mi habitación.

Hoy me desperté. Tuve una pesadilla con mi madre, me levanté exaltada.

Hoy tuve el valor de levantarme, ir al baño y mirar mi aspecto reflejado en el espejo. No me importaba como me veía. No me reconocía. Mi rostro no era el mismo.

Me lave los dientes, me bañé, me arregle como antiguamente hacia pero nada lo solucionaba. Todo había cambiado. Quizás incluso me veía más mayor ahora, quizás ahora me veía peor que nunca.

Pero me vestí. Mi padre había salido hace unas horas al trabajo. Salí al jardín para observar el tiempo, estaba igual de gris y frío que yo. El verano había empezado pero hoy era un día triste. Me puse una falda de cuadros de color gris y una camisa más grande que mi talla de manga larga de líneas rosas y blancas, unas medias hasta la entrepierna y unos botines de color negro.

Y ni aún así me veía igual que antes. ¿Habre adelgazado? ¿Me estaré volviendo loca?

No, simplemente tengo la respuesta.

Y por fin estoy dispuesta a soltarlo.