teenager sucks ☹ | Matías Candia.

5.

CAP. 5. 'INTERÉS'

Iba vestida bastante sencilla. Un vestido de color rosa claro cerrado de arriba y de manga corta y unas zapatillas (por si volvía a ocurrir lo de la última vez).

Habíamos salido un poco bebidas de la casa de Abril, su madre estaba de vacaciones por lo tanto, habíamos cogido tanto alcohol como quisiéramos.

Inmediatamente oír la música y ver la cantidad de personas pasándolo bien, nosotras no dudamos en hacer lo mismo. No era otra fiesta de esas aburridas, era algo diferente, teníamos claro de que esa noche nos lo íbamos a pasar genial. Ya fuera juntas o separadas.

Bailaba con un montón de gente, entre Abril y Camila. Deslizaba mi cuerpo entre ellas dos. Lo estábamos pasando bien.

Quizás estaba un poco tomada, pero ¿que más da? Podría estar triste o preocupada, como en las dos últimas fiestas a las que he ido. Y si es así, sinceramente prefiero estar como es ahora.

En ningún momento se me pasó pensar en si Matías estaba cerca Bueno, no al menos hasta que le vi. Iba vestida con un buzo negro como de costumbre y unos pantalones anchos del mismo color. Llevaba el pelo despeinado y un cigarrillo entre sus labios. Sus manos temblaban por alguna razón y no estaba solo, también iba Ori con el.

Ori me vio y me saludo. No me acuerdo que ocurrió la noche en la que la conocí pero al parecer habíamos hecho buenas migas, me indico que me acercara a dónde estaban ellos.

'¡Kat!' saludo Ori y me abrazó, realmente era encantadora. '¿Que haces aquí?' pregunté yo, Matías seguía fumándose el cigarrillo y no sé inmutaba ni para dirigirme la mirada. 'He venido con Mati porque me ha invitado él'

A menudo las fiestas del parque eran para gente que estudiaba en nuestro instituto, Ori lo hacía pero hace mucho que no se presentaba a clases. Recuerdo haberla visto alguna vez. 'Oh, esto está bien' mencioné acercándome a su oído, había mucho ruido en el lugar. Ella sonrió y se alejó ligeramente de mi, Matías agarró mi brazo y impulso mis oídos a sus labios.

'¿Venís a la casa de la piscina de mi padre?' dijo cerca de mi oído. '¿Contigo solo?' pregunté confusa, el asintió.

Volviendo un poco a la realidad del asunto, Matías estaba completamente drogado. Lo podías notar en el tono de color de su piel ligeramente azulado y sus ojos totalmente rojos.

Pero acepte, se lo dije de vuelta al oído y me cogió de la mano, alejándonos del parque una vez más. No pregunte por Oriana, ni siquiera me despedí de mis amigas, supongo que ellas se lo pasarían mejor que yo.

Caminamos los dos por el camino de la carretera. El camino se me hizo especialmente corto para estar ambos sin decir ni una sola palabra en el. Llegamos a un camino con casas grandes y lujosas, parecíamos haber llegado a la parte donde vivían los ricos del barrio.

Matías paso de tener las manos en el bolsillo todo el tiempo para cogerme de la mano. No sabía muy bien que hacíamos ahí ni por qué me llevaba a la casa de su padre, pero supuse que sería para drogarnos como hicimos el otro día.

Pero entonces entramos al jardín de una casa iluminada con música jazz dentro. Matías me cogió de la mano y me llevo hasta detrás de los arbustos de esta.

Saco de su bolsillo una píldora de color blanca y roja y la extendió en la palma de su mano.

'Toma'.