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'¿Matías?' pregunté extrañada, no podía reconocerle bien pero sabía que era el.

Giro la cabeza levemente hacia los lados, me cogió de la mano y comenzamos a correr por el bosque detrás del boliche. Iba algo mareada y sentía en cada momento que me iba a caer.

Pero no fue así, llegamos intactos a lo que parecía ser la casa de su padre, en la cual también parecía haber una fiesta. Luces salían de dentro de la casa, Matías me llevo hasta la puerta trasera de la casa.

Me ayudó a subir las escaleras, porque el ascensor estaba al otro lado. Me levanto del suelo y me cargó sobre sus brazos, poniendo sus manos debajo de mis piernas. Apoye mi cabeza sobre su hombro y comenzó a subir cuidadosamente y despacio las escaleras de la casa.

Llegamos a su habitación, me tiro sobre la cama y el fue a revisar el cuarto de baño. Salió su primo, el de la heroína de la vez pasada.

'¿Que haces aquí?' preguntó extrañado este. '¿Es mi casa?' pregunto Matías irónicamente.

'Fui un rato a una fiesta, pero volvi' dijo explicándole mejor. 'Ah, bueno ¿querés o vas a estar con tu novia?' pregunto, yo tirada sobre la cama intente hacer mis máximos esfuerzos para responderle de vuelta.

'No' contesto Matías antes que yo. 'No es mi novia, es una amiga' dijo, parecía estar incómodo por la postura que tenía. Se rascaba con frecuencia la espalda y tenía una de sus manos en su bolsillo.

'Ah, entiendo...' dijo su primo y desvío su mirada hasta mi. 'Hola'

'Hola' saludé de vuelta, un poco mareada aún pero más consciente de lo que estaba ocurriendo.

Igual estaba confusa por lo que había pasado anteriormente.

'Bueno ¿tenés?' preguntó Matías, su primo saco una jeringuilla del bolsillo y vi como se sentaron en el suelo para comenzar el procedimiento.

Le ato una especie de liga y Matías extendió su brazo delante de el apretando el puño. Dio un par de golpes con el dedo a la punta de la jeringuilla, la clavó en medio de su brazo y soltó el líquido que está contenía.

Inmediatamente, su primo le ayudo a que no se cayera al suelo. Le levantó y le llevó a la misma cama donde estaba yo. Apagó las luces y cerró la puerta de la habitación sin antes decir: 'Buenas noches'.

Matías el cual apenas podía ver pero notaba que estaba a mi lado, permaneció estático durante un par de minutos. Podría haberme comenzado a preocupar pero supuse que era algo normal de haberse inyectado heroína hace poco.

'¿Matias?' pregunté sin hacer demasiado ruido, no me respondió. Supuse que estaba completamente colocado, volví a apoyar mí cabeza sobre la cama e intenté dormir.

Abrí los ojos y inmediatamente me di cuenta de que no estaba en mi cama, ni en mi habitación. Vi a Matías a mi lado, con una baba colgando de su boca media abierta y sus ojos entrecerrados.

Me levanté de la cama con cuidado, no quería marearme por lo que había ocurrido ayer. Fui caminando descalza por la habitación, era bastante grande y espaciosa. Estaba semi-vacia, había una cama grande, una estantería llena de libros que parecía que no habían sido tocados en años, una alfombra, un escritorio antiguo con una lámpara y un ordenador que tampoco parecía haber sido usado en mucho tiempo, dos ventanas rectangulares decoradas por cuatro preciosas cortinas que conjuntaban con la alfombra y por último, dos puertas. Una llevaba al baño y otra era la salida de la habitación.

El cuarto de baño también era precioso, estaba decorado a la perfección. Tenía una gran bañera de color blanca al fondo donde decidí aprovechar que Matías dormía, para bañarme.

Quizás no era apropiado, pero no lo pensé ni un segundo más. Me quite la ropa que llevaba y llene la bañera para entrar dentro.

teenager sucks ☹ | Matías Candia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora