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Llegamos al sitio.

Había bastante gente, por lo poco que se podía ver. Eran las 12:01 de la noche y el sitio estaba inundado de adolescentes, alcohol, drogas y música. Catalina y yo inmediatamente nos encontramos con Abril y Camila, Abril iba bastante bebida, como de costumbre.

'¿Que tal bebaaaaaaaaas?' preguntó Abril borracha hasta el culo. 'Bieeeen' respondió con ánimo Catalina mientras yo miraba a los alrededores.

'¿Buscando a Matías?' preguntó Camila, reí de inmediato. 'No soy tan obsesionada' dije mientras me seguí riendo, en verdad sólo estaba mirando el ambiente. Muchos adolescentes en un mismo sitio, con la música completamente alta, algunos bebidos y otros drogados, en resumen, un perfecto ambiente para que la policía inundara el lugar en pocos minutos, en fin.

'Voy a dar un paseo por aquí alrededor ¿vale?' pregunté, Catalina se ofreció para acompañarme pero me negué. No me importaba estar sola, más bien, lo prefería. Quería dar un paseo y no me alejaría mucho, solo caminaría alrededor del sitio y hablaría con otra gente. 'Ten cuidado' me advirtieron mientras me alejaba, simplemente sonreí desde lo lejos y seguí caminando.

Metida en mis propios pensamientos, caminaba lentamente con los brazos cruzados por alrededores del sitio. Adolescentes, en general. Gente del instituto, muchos un curso mayores que yo, haciendo tonterías de las que se arrepentirían mañana cuando volvieran a ir al instituto.

'¿Querés?'

Levante la cabeza y encontré a Bruno y sus amigos con una bolsa transparente con polvo blanco en su interior, en un primer instante, pensé que no y más bien estaba a punto de negarme.

'Dale te la regalo, da las gracias a Lautaro' dijo Bruno mirándome indecisa por si cogerla o no. Una vez dicho esto, cogi la bolsa y me la guardé en el borde de los tacones. 'Gracias' tartamudee un poco, los chicos se rieron y desaparecieron en la oscuridad.

Mire la bolsa con atención, podía verse bastante poco por eso me la acerque bastante a la cara. Tenía una pegatina de círculo de color azul en el reverso. Me lo volví a guardar en el mismo sitio de antes, ni sabía realmente por qué lo había aceptado, no la usaría, al menos ahora.

Seguí dando vueltas al lugar, vi varias veces a Catalina, Abril y Camila pero decidí no acercarme a ellas. Ahora mismo, me sentía mejor sola.

Una botella estalló en el suelo al lado mia, inmediatamente paré y lentamente retrocedí asustada. Un grupo de chicos estaban en el centro de la plaza, algunas de las personas me miraban mientras esperaban que la botella no me hubiera caído en la cabeza.

"¿Donde esta mí maldita droga?" preguntó uno de los chicos empujando al que parecía ser Lautaro (veia muy poco por la oscuridad).

Un escalofrío recorrió mí espalda, por un momento pensé que yo tendría la culpa. Tenía parte de ella.

¿Acaso sabrían que la tenía?

teenager sucks ☹ | Matías Candia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora