Don't cry

Siempre te defenderé

La noche se acercaba, atraves del vidrio se podía apreciar un lindo atardecer, que se asomaba en la ciudad de New York. 
"Todo lo que tenemos es el presente"  había susurrado Duff a mi oído en la tarde al bajar del avión, esa frase había quedado dando vueltas en mi cabeza.
Di una última mirada a través del gran ventanal y apagando el cigarro en el cenicero, me dispuse a salir del cuarto, los chicos me esperaban para ir a dar la presentación en aquel bar.
Duff me abrazó poniendo su mano en mi cintura y apegandome a el, sonrió y empezamos a caminar fuera del hotel donde nos alojábamos.

-Estas tan linda como siempre.- Susurro a mi oído y beso mi cuello.

-Tu igual cariño.- Sonreí bajo la luz de la luna.

El resto venía delante nuestro haciendo bromas y empujándose entre ellos.

Al entrar al bar ellos subieron directamente a prepararse para tocar, camine hasta la barra y tome asiento, un rubio se sentó a mi lado llamando la atención de Duff, quien me hizo señas que me corriera de ahí, volví mi vista y vi que era mi ex vecino Roger. Volví a mirar a Duff y estaba un poco celoso. Porque según el, Roger coqueteaba conmigo desde chicos, sin embargo no tenía ningún trato con el.

-Hola ex vecina...- Sonrió Roger.

-Hola Roger- Respondí normalmente.

-¿Cómo estas tanto tiempo?- Sonrio el, mientras que Duff me hacía señas que me aleje.

-Si, pasaron años. Bien y ¿vos?

-Bien... hace rato no te veía.

-Si,paso mucho tiempo desde que me fui.-  Sonreí y volví a mirarlo.- Bien, debo irme a trabajar. Luego hablamos.

Los ojos de Roger transmitía indiferencia, siempre fue una persona algo molesta, y con Duff habían peleado varias veces en el pasado, a mi padre por otro lado le caía bien Roger, sólo para hacerle la contra a Duff.
Me pare y camine hasta el escenario, para poder hacer mi trabajo, al llegar junto a este Duff me miró y se agachó para hablarme.

-¿Te hizo algo?

-No cariño, tranquilo.- Sonreí y el asintió para volver a su lugar a seguir tocando, mientras que yo sacaba fotos de distintos ángulos.

Luego que el show terminará y ellos guardarán sus instrumentos, bajaron y se acomodaron a mi lado para pedir bebidas y festejar.
Me dirigí al baño y al entrar una pareja salía despeinada y con la ropa desarreglada de este, la chica me sonrió algo avergonzada, desapareciendo a los segundos entre la gente; riendo entre al baño y me moje un poco la cara, hacia mucho calor ahí dentro y empezaba a sofocarme; al salir del baño unas manos se posaron en mi cintura bajando hasta tocar mi trasero, me giré y vi a un chico con una sonrisa arrogante en sus labios. Era alto y grandote, con ojos color avellana, llenos de lujuria y ego.

-Escúchame idiota, me vuelves a tocar y te voy a romper la cara.- Grité por el volumen de la música y todos a nuestro alrededor giraron a vernos.

-Vamos, se que te gusto no te hagas la difícil nena, mi cama nos espera.- Sonrió con arrogancia y guiño un ojo.- Tengo con que pagarte.

-No te confundas conmigo, yo no soy tu puta. -Le propine una cachetada haciendo que se escuche al igual que los murmullos por parte de la gente. Su cara cambio completamente, su mirada transmitía enojo; me gire para irme de ahí pero una trompada en la cara me hiso caer al suelo. Observé a mi alrededor y lo vi parado a mi lado, de mi labio salía bastante sangre, tambaleante me pare y le propine un rodillazo en la entrepierna, haciendo que caiga al piso.

-Nunca más me vuelvas a tocar.

Maldiciendo camine hasta donde estaban los chicos, quienes me estaban buscando preocupados.