No es un Adios (Final)

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Sentía mi corazón romperse a la mitad, no había palabras para describir tanto dolor, jamás se me ocurrió que podía traicionarme de esa manera, tan cruel, sin importarle ni siquiera que yo podía llegar en cualquier momento. No tuvo ni la más mínima intención de ocultarme que me estaba engañando, como si no le importará que me muera de dolor.
En silencio, volví a subir al cuarto, las lágrimas mojaban mis mejillas, mi cara empapada y los sueños que morían.

Me sentía vacía, rota, engañada y usada, con ganas de desaparecer, ya no me importaba más nada, estaba cansada, no quiero pensar en el mañana ni en lo que voy a hacer ahora, lo que será de mi de ahora en adelante. Sabía que había llegado el final, pero por mas punto final, había algo que me ataba a el para toda la vida.
Ahora se, que me estaba entregando, entregando al dolor de la traición, cayendo en un pozo, donde sabía... que había solo una gota de esperanza.

Cierro los ojos y miro las maletas en el suelo, están ahí, listas para que nos vallamos, pero yo ahora no estoy lista, no quiero seguir jugando a que nada pasa, ahora sólo queda afrontar las cosas como son.
Me senté en el borde de la cama y me limpie mis lágrimas, no me gustaba llorar, ni que me vean llorar, por eso siempre lo hacía en silencio y soledad, era la mejor forma, así nadie notaba mi dolor.

-Andate...

-Amor, escúchame, tenes que creerme, no es lo que vos crees, ella me sedujo y drogo, yo no quería.

Se agachó frente a mi, para estar a mi altura y mirarme a los ojos, saque mis manos cuando intento agarrarlas y acariciarlas.

-No quisiste, pero lo hiciste, parece que no te importa, que me muera de dolor, que te mire y sientas que hoy sos el hombre de mi vida.

-No digas eso nena, sabes que no es así, yo te amo y intente sacármela de encima. - Me miro con tristeza en sus ojos, su voz salía entrecortada.

-No, no te importa y ya no lo niegues mas. Vos no me podes cuidar, nadie cura mis heridas.- Baje la vista, mirando mis manos, mientras que jugaba con ellas nerviosamente.

-Te juro que voy a cuidarte siempre, yo te amo, sabes que es así, no seas terca.

-No soy terca Michael, dos veces engañaste mi amor, dos veces descubrí tu traición, dos veces me pediste perdón, esta vez yo te digo ¡Que no! Siempre el mismo cuento, esto no va a cambiar.

-Te juro que no fui yo, es un mal entendido, tenes que creerme, yo te amo, yo me muero si no te tengo. No me hagas esto mi amor.- Suplico, aferrándose a mi cintura.

-Yo no lo hice, vos lo hiciste. Cuatro veces te hablé con amor, tres veces te mostré mi dolor, dos veces vi que no te importó, esta vez quien te deja soy yo, vos te lo buscaste, se pudo evitar. Yo no me arrepiento, te amé de verdad.

Me solté de su agarre, para ir a buscar su maleta, en tres horas salía el vuelo de la banda, tenía que estar listo, agarre los pasaportes y los guarde en el bolsillo de la maleta.

-Yo tampoco me arrepiento, te ame y te amo de verdad, esto esta mal, vos no me queres escuchar, pero te estoy diciendo la verdad.- Pateo la mesita de noche, realmente ofuscado.- Si no te tengo me muero, no puedo vivir así, ella me esposo.

-¿Te crees que es fácil para mi? ¡NO NO LO ES! Ahora déjame sola.

Guarde todo y deje la maleta a los pies de la cama, para ir a buscar mi maleta, esa la deje junto al ventanal.

-¿Que haces?- Señaló las maletas, con el ceño fruncido, sus mejillas estaban algo húmedas, debido a algunas lágrimas que había soltado, pero más que dolido estaba enojado.

-Preparando las maletas, tenes que salir de gira.- Aclare mi garganta, mientras acariciaba mi vientre aun plano, ya no lloraba, estaba resignada.

-No si estoy peleado con vos... No me sirve de nada, si no estoy con vos, no me importa nada, sólo te quiero a vos mi amor.

Don't cryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora