Horror. Miedo. Terror. Angustia. Probablemente serían los sentimientos y expresiones que estaría representando mi cara en este momento. Me quede inmóvil, incapaz de procesar todo lo relacionado con los sucesos anteriores. Al cabo de unos minutos, conseguí por fin volver a respirar y recapacitar sobre los hechos.
Pifano estaba con las niñas, igual de preocupada que yo. Se encontraba ayudando a Flox, la cual estaba extrañada sobre lo que le contaba su hada. Ella parecía no recordar nada.
Vainilla sujetaba a Shirley que parecía que estaba mejor pero aun así se veía muy asustada. Las dos niñas me divisaron y se acercaron a mí rápidamente.
—¡Feli! ¿Qué ha pasado? ¡¿Por qué Pervinca gritaba como si estuviera posesa?! —exclamó la menor de las hermanas transmitiendo su ansiedad. Al escuchar a Babu nombrar a Vi, volví la vista hacia ella. Su respiración agitada y sus ojos se encontraban fijos en el lugar al que había escupido hidras terribles hace sólo unos pocos minutos. —¡Feli! ¡Feli! ¡¿Me estás escuchando?!
—Lo siento. Creo... creo que debemos irnos. —me limité a decir. Pervinca se giró y asintió dejando a todos asombrados.
—Feli tiene razón, Fairy Oak... puede estar en peligro.
Vainilla se hartó.Es extraño, esto le suele pasar a su gemela, no a ella.
—¡¿Alguien me quiere decir que diablos ha pasado?! —exclamó ella frustrada. Pervinca se acercó a ella y la abrazó, preocupando aún más a Babu. —Vi, Vi ¡¿Qué ha pasado?!
Vainilla comenzó a llorar en los brazos de su hermana la cual la abrazaba un tanto angustiada. De Babu me lo esperaba, pero Vi...Ella no da un abrazo así por las buenas. Supongo que quería evitar decirle algo a Vainilla que la entristeciera.
Yo estaba sentada sobre la cabeza de Shirley. Ella ya se encontraba mucho mejor, y miraba a las gemelas pensativa. Flox se encontraba al lado nuestra, ya recuperada.
—Lo escuchaste ¿No es así? —me dijo Pifano con un semblante triste y apagado. Afirmé sus sospechas con una leve inclinación de la cabeza y ella suspiró. —Menos mal, pensé que me estaba volviendo loca...
—Sí... tranquila, no es la primera vez que lo oigo. —dije. Se sorprendió y yo procedí a contarle lo ocurrido en el acantilado. Al terminar soltó un largo suspiro, más profundo que el anterior.
—Lo raro es que no lo podemos ver...
—No es visible a nuestros ojos. —comenté.
—¿Nuestros? — Ella no me entendía.
—Pervinca puede verlo. —aclaré a la vez que la susodicha se giraba a verme.
—Así que es cierto... si pasó algo... —susurró Vainilla muy bajo pero al alcance de los oídos de un hada.
—¿Tu no lo oíste? —preguntó Flox interviniendo en la conversación por primera vez. Seguía en shock por lo que le habían contado pero se veía mejor que hace un momento.
—La pregunta es, ¿tu oíste algo? —replicó Babu a lo que Flox asintió. Pifano y yo nos miramos sin entender. —Parece que soy la única que no tiene ni idea de lo sucedido...
Me acerqué a ella y besé su nariz.
—No te preocupes, te contaremos todo en casa ¿De acuerdo?
—Es cierto, debemos irnos. —dijo Pervinca decidida. Todas posamos la vista en ella. —No me miréis así, no soy un mono de circo.
—Pero viste algo..., ¿El qué? —intervino Shirley preguntando lo que a todos nos pasaba por la cabeza. Ella se quedó callada durante unos instantes, pensando en que respuesta dar.
—Algo realmente terrible. —respondió al final dando por terminada la conversación. Nos despedimos de Flox y Pifano y nos dirigimos al hogar de los Periwinkle.
En el camino se hizo un silencio incomodo, solo interrumpido en alguna ocasión por la joven Poppy que conversaba con Mr Berry. Este se había refugiado en el bolsillo de Shirley cuando comenzó a llover.
Llegamos a la calle de los Ogros Bajos, y, efectivamente, hay estaba, otro árbol caído. Yo ya había oído antes un estruendo, pero llegué a pensar que había sido mi imaginación, ya veo que no...
Las cuatro posamos nuestra mirada en aquél tronco, pero pasamos todo lo rápido que pudimos debido a los sucesos recientes.
Tocamos la puerta y nos abrió Dalia la cual parecía muy angustiada. Vainilla se echó en brazos de su madre y empezó a relatarle todo, Pervinca en cambio no explicó nada cuando se le preguntó, únicamente pidio hablar con su tía.
—Ha salido a buscaros, dijo algo de la lluvia y se fue. —nos explicó la madre de las niñas. —Subir arriba y daros un baño, estáis empapadas. Dejarle a Shirley algo que le quede bien.
Las niñas marcharon por las escaleras hasta el dormitorio de las gemelas. Con Pervinca al principio de la fila. Si cree que va a poder excluir el interrogatorio que le haremos su tía y yo más tarde está muy equivocada.
—Esto es raro. —dijo Vainilla a la vez que soltaba un largo suspiro. Las otra dos jóvenes asintieron con pesar y entraron en el cuarto.
—Feli, ven, sé que han pasado muchas cosas, y bueno... me preocupo por mis hijas... pero necesito tu ayuda, hay un par de goteras en el techo, ¿me ayudas a taparlas?
Asentí y seguí a mama Dalia hasta el salón donde le eché una mano con unos diminutos agujeros en el techo.
Al cabo de un rato llegó Tomelilla, acompañada de Duff, Hortensia, Flox y Grisam. La miré confundida y ella sonrió levemente para mí.
-Feli, llama a las gemelas y a Shirley. No podemos retrasar más esta charla, lo queramos o no.
Así que, volé en dirección a la habitación de Vainilla y Pervinca.
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Fairy Oak: Una nueva batalla.
FanfictionHan pasado ya un par de años desde que el Terrible 21 abandonó Fairy Oak, pero, ¿Y si un nuevo peligro acecha el valle de Verdellano? ¿Por qué se caen los árboles? ¿Por qué Pervinca vuelve a tener pesadillas? Las gemelas se enfrentan de nuevo a una...