El castaño, el famoso castaño de la Horace Mc Crips había caído... eso lo sabía, pero no me podía imaginar lo que Grisam dijo en ese momento.
—...., No ha sido el único desde entonces, todos los setos que había alrededor de la pista de fútbol se han marchitado de la nada..., y esta mañana, cuando mi madre y yo hemos ido a regar el jardín, éste tenía como mínimo cinco rosas menos...Tío Duff ha dicho que hoy iremos a comer con ustedes, a lo mejor nos cuentan juntos...
Mi garganta se secó. Mi ojos no tenían expresión ninguna. Mis miedos y temores habían regresado. No era oficial, pero, todo encajaba perfectamente, había una epidemia en Fairy Oak.
Las niñas tenían un semblante horrorizado, Shirley casi lloraba, su mirada transmitía una tristeza que cualquiera que la viese se contagiaba de esta completamente.
Pervinca estaba muy mal también, peor que mal. Su cara había perdido color y sus ojos verdes parecían dos esmeraldas en su blanca piel. En la mirada de Shirley había tristeza, en la de Vi, terror.
—Se está cumpliendo... —susurró la anteriormente mencionada. Quería preguntar de qué se trataba, pero sabía perfectamente que a mí no me lo diría.
El resto del descanso nos pareció una eternidad. Nuestras mentes no podían evitar volver a ese tema que hacía que mi cabeza estallase.
Nos encontramos con Flox, la cual estaba acompañada de Vainilla. Al parecer, la madre de las gemelas la había traido. Si antes me sentía horrible solo de ver la cara de tristeza de la pequeña hija de los Poppy, con el rostro de preocupación de la gemela que acababa de llegar se puede decir que casi muero de la pena.
El día me pareció interminable. Cuando tocó la campana de fin de clases casi grito de lo desesperada que me hallaba. Estaba yo más abrumada por el colegio que las propias niñas.
Salimos del colegio y comenzó a llover de forma catastrófica, y aunque llevábamos un paraguas éste no era suficiente para todas. El agua caía a tal velocidad que incluso molestaba en la piel, como si te tirarán piedrecitas. Era muy curioso, puesto que había empezado a llover así, del tirón, y ahora parecía no querer parar.
Babu intentó desplazar las nubes y dejar salir el sol, pero no pudo ¡Ni siquiera Shirley lo consiguió! ¡Y ella era la magia en persona! De echo la chiquilla estaba mareada, le toqué la frente y noté algo de fiebre.
—Shirley está muy mal. Creo que tiene fiebre alta. —sentencié finalmente. —Démonos prisa
Era extraño puesto que hace unos minutos se encontraba bien.
Las niñas me obedecieron sin rechistar. El caso fue que a penas podíamos avanzar o ver algo. Las piedras del suelo que solían adornar la acera de Fairy Oak estaban tan resbaladizas que por cada paso que dábamos retrocedíamos dos. Vainilla intentó volar, pero a penas podía levantarse un metro del suelo. La cantidad de agua que caía hacia muy peligroso el vuelo. No podíamos hacer nada.
Arrastras y a duras penas, seguimos intentándolo, con cero resultados.
Un chillido se escuchó a lo ancho de la calle. Nos volvimos sobre nosotras mismas pero no veíamos nada. Esto era extraño. Esto empezaba a no ser normal.
Si ya estaba nerviosa por no saber que hacer o decir eso solo empeoró todo. Y seguiría empeorando.
La pequeña Flox se paró en seco. Ya no intentaba andar, no. Estaba quieta y con la mirada fija en el cielo. Seria y sin expresión ninguna. Se agarró la cabeza fuertemente durante unos segundos y más tarde volvió a posar la vista en nosotras.
—Solo rendios, no lo conseguiremos. —dijo sin su particularidad alegría y carisma. Todas no volvimos a verla. Su cabello estaba suelto, la trenza que solía llevar había desaparecido y había sido transformada por el agua en pelo liso y pegado a ambos lados de la cara.
—¿Qué-que...? —comenzó a decir Vainilla pero fue interrumpida por otro grito.
—¡Juntaros y no os separeis! —grité con el corazón en un puño. Shirley estaba muy mal, se apoyaba en Babu para caminar. La susodicha agarró a esta última y a su hermana. Pífano me miró con determinación y se giró hacia su niña al ver que esta no cumplía con lo que yo decía.
—Flox, ya oíste a Feli, agarrate a las demás. —me repitió mi amiga hada. Pero la pequeña Polimon estaba estatiestática en su lugar con el semblante despreocupado.
—No tengo porque hacerlo, es solo lluvia ¿Acaso no la visteis nunca?
—Oye dejate de bromas, no es el momento más indicado. —contraatacó Pervinca con cierta impaciencia.
Miré ambas y corrí a ponerme en medio de ella junto con Pifano, que intentaba hacer entrar en razón a Flox.
—¿Bromas? ¿Llamas bromas a ser realista?
—Flox para. —ordenó su hada sin mucho éxito.
—Realista, ¿Qué sabes tu de realismo? —dijo Vi casi riéndose.
—Puede que no mucho pero está claro que más que tú.
—¡Flox para! —volvió a pedir Pífano algo enojada al ver las contestaciones de la Polimón a su amiga. —Se ve que te pasa algo pero este no es ni el momento ni el lugar de montar una bronca, ¡Está lloviendo muchísimo! ¡Tenemos que regresar!
—¿Por? ¿Acaso estamos avanzando? ¿Habéis visto dónde estamos?
Las palabras de Flox me hicieron pensar y volverme a ver mi alrededor. Pero... Co-como... Había una luz intensa en el fondo del cielo oscuro y nublado...¿Cómo habíamos acabado a la altura del faro?
Un color rojizo subió a la frente y las mejillas de Pervinca la cual parecía estar en una especie de guerra interna. Su cara cambiaba de expresión constantemente. Rápidamente se llevó las manos a la cabeza y calló de rodillas al suelo.
—¡Pervinca! —exclamó su hermama. Oh no, otra vez no.
"Otra vez sí hada"
Me volví, de nuevo nadie por ningún lado.
—¿Pìfano escuchaste eso?
—¿Escuchar el qué...?
Pervinca soltó un grito parecido a los dos últimos que escuchamos. Me precipité sobre ella. Abrió los ojos de nuevo y me miró, el color de su cara había desaparecido, al igual que su miradada desafiante. Me sonrió ligeramente y luego se levantó, rodó sus ojos.
Buscaba algo...
Y fuese lo que fuese lo encontró. Su mirada se centró en un punto ciego a las espaldas de Flox y comenzó a gritar.
—¡BASTA! ¡DÉJANOS EN PAZ!
"Me sorprendes mucho Periwinkle, pensé que esas pesadillas habían bastado para asustarte...veo que me equivocaba, al fin y al cabo, puedes verme..."
—¡FUERA! ¡¿NO VES QUE FLOX SUFRE?! ¡SE VOLVERÁ LOCA!
Mi vista se posó en la aludida pero su semblante seguía siendo serio y apagado tal y como hacía unos minutos.
Está claro que Vi ve cosas que nosotros no vemos...pero si escuchamos. Tanto Pífano y yo mostrábamos muecas horrorizadas, mientras Vainilla sujetaba a Shirley la cual cada vez se veía más debil.
"Es curioso, cuando detecté tal cantidad de poder nunca llegué a pensar que podría venir de una niñita como tú... sin embargo creo que no debo subestimarte, pues no caes en mi hechizo, aunque se ve que te cuesta trabajo..."
—¡VETE YA!
Como una invocación, la lluvia desapareció y un estruendo golpeo nuestros oídos. Un árbol nuevo había caido... ahora sabíamos que había un culpable.
Taraaaan!!! Aquí el capitulo!! Se que está muy centrado en Vi pero era necesario... Nos vemos!
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Fairy Oak: Una nueva batalla.
FanfictionHan pasado ya un par de años desde que el Terrible 21 abandonó Fairy Oak, pero, ¿Y si un nuevo peligro acecha el valle de Verdellano? ¿Por qué se caen los árboles? ¿Por qué Pervinca vuelve a tener pesadillas? Las gemelas se enfrentan de nuevo a una...