Había pasado un día desde el incidente en la plaza de Roble y la gente cada vez estaba más nerviosa y preocupada. Todos corrían de un lado al otro del pueblo cargando herramientas, cajas, cuerdas, metales o cualquier otro tipo de utensilio que fuese útil para la construcción de la defensa de Fairy Oak.
Mientras tanto Vainilla no se despegaba de la ventana de su habitación. Miraba el cielo nublado de octubre y observaba como las personas se movían, a veces sola y otras acompañada por su madre o por mí.
Esta vez encontré en su regazo el diario de Jim, supuse que habría estado poniéndolo al día antes de que entrara en el cuarto. Era un pequeño cuaderno de tapas oscuras y suaves con una fina y delgada cinta morada decorando su cubierta.
—Babu, Feli, la comida está preparada.
La llamada de mamá Dalia hizo que la muchacha se separara del cristal y me siguiera escaleras abajo. Cada paso que daba era ligero y a penas sonoro, propio de una bruja de la luz. Le escuché suspirar antes de abrir la puerta del comedor de la casa y me volví para regalarle una dulce sonrisa de ánimo.
—Hadita, mi hermana te está esperando en el invernadero, —me comentó la madre de las niñas a la vez que sostenía cuatro cuencos de sopa entre sus brazos —. Tiene que contarte algo, pero daros prisa, la comida se va a enfriar... Hija cielo, ayúdame con esto.
Le di las gracias y salí del cuarto al mismo tiempo que Vainilla se acercaba para ejercer la petición de su madre. Me preguntaba a mí misma que tendría que decirme mi bruja, ¿Algún problema nuevo? ¿Algún desastre más? Ojalá que no por favor.
Andé por aquellos pasillos que conocía tan bien como la palma de mi mano, creo que sería capaz de recorrerlos con los ojos cerrados e incluso de espaldas. El camino al lugar donde me dirigía siempre estaba impregnado de olor a lavanda y a rosas, aquellas que la tía de las niñas cuidaba con tanto afan.
Empujé la puerta acristalada con mi pequeño cuerpo y entré en la estancia. Efectivamente Tomelilla estaba allí, podando sus plantas, pero no se encontraba sola, era acompañada por el señor Burdock. No solo las niñas cuchicheaban sobre ellos dos, muchos lo hacían, y debo incluirme. Si encima los conoces tanto como yo... Vainilla siempre pensó que harían muy buena pareja.
—Feli querida, pasa —me llamó la mujer al mismo tiempo que se colocaba su largo cabello blanco detrás de sus orejas—. Debemos de explicarte algo.
—Soy toda oidos —respondí acercándome más a aquellos dos. Duff se ajustó sus lentes y sacó las manos de sus bolsillos dando a entender que iba a ser él quien me explicaría.
—Hada, ¿Te has dado cuenta de que Shirley Poppy enferma cada vez que tiene contacto con el enemigo?
—¿Cómo? ¿Qué pasa con eso?
A decir verdad no lo había pensado antes pero tenía razón, la muchacha se ponía en mal estado siempre que estabamos en una situación peligrosa, ¿Pero qué tenía que ver aquello con las circustancias que se daban actualmente en Fairy Oak?
—Él está succionando energía Feli, la energía de nuestra tierra —dijo sin rodeos—. Sin ella estamos perdidos.
La voz de Tomelilla sonaba más grave de lo habitual pero con la misma elegancia de siempre. Algo andaba mal, ¿Acaso en esta nueva batalla teníamos las de perder?
—Verás, debo explicarte el proceso por el que conseguimos mágia... —habló el señor Burdock con la mirada fija en mí—. Los mágicos no creamos mágia, la tomamos del ambiente, ¿Entiendes? Esa es la energía que nos está robando el enemigo. Solo hay dos elementos capaces de crear mágia, la luz y la oscuridad, ellas fabrican por así decirlo, su propia energía y la dispersan por el mundo.
Oh no, oh no, que no lo diga, que no lo diga, que no lo diga, que no lo diga...
—¿Y a qué no adivinas quien representa la alianza entre dichos elementos en nuestro pueblo?
—Las gemelas... — Yo misma lo dije. Ellas eran capaces de obtener mágia donde no la hay, son capaces de crearla, por ello son tan especiales. Si la mágia desapareciera del pueblo solo ellas dos podrían hacerla resurgir. Eran tan importantes..., por eso el enemigo quería raptarlas, Vi tenía razón, él no desea imponer oscuridad, él quiere imponer su propio imperio pero para ello también tiene que separarlas, no es el Terrible 21 pero usa sus mismos métodos. Por eso Pervinca decía "No es el mismo rival, pero es parecido". Aunque hay algo que todavía no me cuadra—. Entonces, ¿Qué pinta Shirley en todo esto?
Tomelilla se aclaró la garganta con intención de proceder con lo que quería decirme. Estaba seria, con una expresión indescriptible dibujada en su cara blanca, anciana y sabia. La admiraba, era capaz de mantener la calma en momentos como este, yo sin embargo estaba templando, sino fuera porque estaba sentada sobre su hombro ya me hubiese caído.
—Es el infinito poder, la mágia encarnada en una niña, cuando el enemigo succiona energía, ella que está compuesta por ella también es succionada.
—Y por ello enferma, la... absorven.
—Exacto.
Todo estaba empezando a cobrar un poco más de sentido desde la última vez que mantuve una charla con mi bruja sobre el tema, cada vez veía las cosas más claras. Aún así, a pesar de todo no podía evitar sentir cierto temor, ¡La mágia podia desaparecer del valle! ¡Era algo increible pero cierto! Estaba aterrorizada.
—¿Por qué me decís todo esto? —pregunté intrigada. La tía de Babu y Vi sonrió con un deje de amargura en el rostro y posó sus ojos en algún lugar indeterminado del techo.
—Porque necesito que cuando llegue el momento estés preparada.
—¿Preparada para qué?
Mi pregunta no fue contestada debido a que un sonido de alerta llegó a nuestros oídos, un sonido que cambiaría los acontecimientos a partir de ese instante. La campana de peligro había sido tocada, estábamos en peligro, estábamos siendo atacados.
El momento había llegado.
Tomelilla me miró y en menos un minuto los tres estábamos fuera del invernadero. Llegamos a los pasillos de la casa y vimos a Vainilla saliendo precipitadamente a recibirnos acompañada por su madre.
—Hay que luchar. —dijo el señor Burdock apretando fuertemente sus puños hasta ponerlos blancos por completo. Tras ese comentario salió disparadado del hogar de los Periwinkle seguido por la tía de las gemelas y antes de poder hacer algo para impedirlo me di cuenta que la sobrina de esta también había salido.
—¡VAINILLA! —escuché a su madre a lo lejos, a lo lejos porque yo había ido tras ella. No iba a perderla de vista, iba a protegerla y a batallar junto a ella. Porque ahora lo comprendía, sin las gemelas no podríamos vencer, no solo esta batalla, sino la guerra.
La adolescente corría por las calles del valle entre la multitud de hombres que salían de sus hogares para hacer frente a nuestro adversario. Todos salían después de estrechar entre sus brazos a sus hijos y a sus mujeres con ojos llenos de determinación.
Estaba empezando a llover, pero esta lluvia era anormal, parecida a la de aquél día regresando del colegio. Dolía, dolía el impacto que hacía contra la piel y a mí me imposibilitaba volar con regularidad. Todo se volvía borroso y a penas podía distinguir a mi niña entre las gruesas gotas de agua, pero no me iba a rendir, jamás.
—¡Feli! ¿Has visto a Flox? —escuché preguntar a mi espalda. Era Pífano que no podía verse más preocupada de lo que ya estaba. Asentí y señalé una cabellera trenzada a la derecha de Babu la cual se alejaría aún más sino me daba prisa. Pífano pareció leerme la mente y ambas volamos lo más rápido que nuestras pequeñas alas nos permitían.
La batalla acababa de empezar.
Para los que querían acción a partir de aquí todo es batalla hasta el final ¿Quien ganará? Jejejejeje la batalla continua en el siguiente capitulo, y os lo aseguro, hay mucha acción, misterio y suspense... BUAJAJAJAJAJA gracias por sus comentarios, no he tenido tiempo para responderlos como se merecen pero los he leido todos, los contestaré en cuanto se me presente la oportunidad. Un besazo.
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Fairy Oak: Una nueva batalla.
FanfictionHan pasado ya un par de años desde que el Terrible 21 abandonó Fairy Oak, pero, ¿Y si un nuevo peligro acecha el valle de Verdellano? ¿Por qué se caen los árboles? ¿Por qué Pervinca vuelve a tener pesadillas? Las gemelas se enfrentan de nuevo a una...