Le había dejado marchar, todavía no se lo creía.
La había dejado irse.
Eiden la había dejado volver a Fairy Oak.
No lo podía asimilar, no podía ni sabía cómo hacerlo.
Se cogió del rostro y se golpeó sus mejillas levemente, tratando de espabilarse. Ya que había sido puesta en libertad tenía que aprovecharlo.
Andó en la dirección que le habían indicado, puede que fuese una trampa, pero no tenía otra opción, estaba perdida en medio de aquél bosque de colores anaranjados.
Su mente evocó de nuevo todo lo que había pasado, asimilando la información.
—Ni que hubieras visto a un fantasma chiquilla. —dijo Eiden sorprendido al ver la reacción de la joven. —Veo que conseguiste huir, eres lista después de todo, ella tenía razón.
—¿Ella? — Fue lo único que consiguió pronunciar. ¿Quién era ella? ¿Y por qué la conocía?
—Si sigues aquí pronto vendrán refuerzos y te atraparan... Él todavía no ha despertado pero te agradezco que lo hayas curado, estamos escasos de personal sanitario.
¿Cómo sabía que había sido ella la que le había cerrado la herida? Y ¿Por qué no le apresaba? ¿Por qué seguía ahí de pie?
—No creas que me das lastima, no lo haces, no es por eso por lo que no estas de nuevo en una celda. —dijo el muchacho como si le hubiera adivinado el pensamiento. —Pero no te voy negar que me caes bien...Vainilla.
La susodicha estaba cada vez más sorprendida, había descubierto su mentira, sabía que era la hermana de Pervinca y que era un bruja de la luz.
Babu retrocedió un par de pasos pero Eiden avanzó hacia ella. Sabía que debía salir de allí cuanto antes, pues puede que se lo replanteara mejor y la apresara, pero ella siempre había sido curiosa y no podía quitarse de la cabeza el por qué lo hacía.
—¿Por qué?
—¿Por qué que?
—¿Por qué me dejas escapar si sabes quien soy en realidad? —preguntó ella intrigada a más no poder. —Vale que he curado a tu compañero pero ¿Por qué me dejas ir?
—No lo he hecho por ti, de hecho me has demostrado que vales más de lo que yo pensaba, antes creía que eras una inútil... Disculpa, me equivoqué. —contestó él mientras rozaba con su mano la mejilla cubierta de pecas de Vainilla. —Resulta que aunque no lo he hecho por ti una persona muy importante para mí te aprecia muchísimo, lo he hecho por ella.
Babu se quedó pensativa e intentando procesar todo, Eiden parecía estar en forma y hace unos días lo había visto ensangrentado ¿Cómo era eso posible? ¿Acaso todo aquello había sido una mentira?
—Debes seguir el río en esa dirección. —explicó el mago señalando a un punto lejano. —En unos días llegarás a tu pueblo...Nos volveremos a ver.
Y sin comerlo ni beberlo, el joven desapareció, dejando en el aire como último recuerdo su aroma embriagador y especial.
Había seguido el curso del río durante cuatro días, ese era el número cinco. Por suerte, en la orilla de éste crecían bayas y setas comestibles, de ellas se alimentó durante ese periodo de tiempo.
Su ropa estaba hecha jirones y tenía arañazos por toda ella producidos por la maleza y la vegetación de los alrededores, pero si Eiden no le había mentido pronto llegaría a Fairy Oak, ¡Cuánto echaba de menos a todos!
Lo primero que haría nada más volver sería estrechar a su hermana entre sus brazos y contarle todo lo que había pasado. Luego seguiría con su madre, su padre etc.
¡Tenía tantas ganas de regresar!... Pero estaba muy cansada. Necesitaba parar aunque quisiera llegar cuanto antes, sino se fatigaria y se desmayaria antes de alcanzar su destino.
Estaba exhausta por lo que se paró en un árbol cercano. Se sentó en las raices de él y respiró profundamente. Aprovechó para peinarse un poco y para comer algunos arándanos que le quedaban todavía, tenía que recuperar la energía.
Alzó su mano y sintió como la magia la traspasaba. Se concentró en una piedrecita. Tenía que conseguirlo, necesitaba volver a hacer magia, a sentirse luz.
Y después de unos segundos, la piedra se detuvo en en el aire.
—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
Lo había conseguido, había recuperado su magia, su don. Algo que nunca le debía de haber sido arrebatado.
La magia era una de las casualidades más maravillosas que había caído en su vida, el día que había descubierto ésta se sintió la persona más feliz del mundo.
Se levantó al cabo de unos quince minutos aproximadamente, se ató los cordones de sus zapatillas y volvió al camino. Pronto visualizaría los terrenos de Frentenbosque.
Subió un poco por el camino para ver por donde iba. ¡Vaya! ¡A penas se lo podía creer! ¡Los árboles del fondo formaban el Bosque que Canta! Wow.
Se fijó bien, sí. Sin duda era su destino, aquella vegetación era inconfundible, ¡Y estaba muy cerca! ¡Llegaría en un par de horas!
Pero había algo más allá... ¿Qué era?... Oh no. No, no, no, no. Eso no le podía estar pasando.
—¡Campamentos enemigos acampando alrededor de Fairy Oak! ¡Esto es superhiperultrahorible! —exclamó Babu hablando consigo misma.
Escuchó algo, era una especie de murmullo, un cuchicheo, un par de pisadas. Se giró sobre ella misma y observó el paisaje que se encontraba al lado suya. Algo se había movido a lo lejos...
Bajó cuidadosamente de nuevo y se movió en dirección al sitio donde había visto una agitación en la maleza.
Notaba algo raro... Algo extraño...
De pronto notó como alguien la estrechaba contra si y la levantaba en vilo, no. La habían cogido otra vez... O eso pensaba ella.
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Dalia, Tomelilla y yo estábamos abandonando la plaza de Roble cuando escuchamos un grito lejano... ¿Qué pasaba?
—DIOS, ¡AYUDARLE RÁPIDO! —escuchamos gritar a alguien. ¿Qué pasaba? ¿A qué venía tanto escándalo?
—Feli, ¿Por qué no vuelas un poco y nos dices que ocurre? —me pidió la bruja de la luz muy cordial.
Asentí y alcé el vuelo. Batiendo mis alas subí a el tejado de una casa cercana y observé atentamente. Alguien estaba pasando la muralla... ¿Quién era?
Me acerqué volando unos metros más, era un hombre... Era Bernie, el padre de Flox, volvería de la Ronda... Detrás de él se encontraba el padre de Acantos y el padre de Shirley y por último, apareció Cicero con un bulto entre sus ropas.
El padre de las gemelas parecía contento, ¿Habrían hallado una nueva pista?...
《Un momento. 》 —pensé mientras miraba mejor la escena... El señor Periwinkle no iba solo... —《Esa no es...》
—¡VAINILLA!
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Fairy Oak: Una nueva batalla.
أدب الهواةHan pasado ya un par de años desde que el Terrible 21 abandonó Fairy Oak, pero, ¿Y si un nuevo peligro acecha el valle de Verdellano? ¿Por qué se caen los árboles? ¿Por qué Pervinca vuelve a tener pesadillas? Las gemelas se enfrentan de nuevo a una...