El poder de dos

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—¡Cuidado Cicero!  —chilló la señora Bugle mientras convertía a los murciélagos que amenazaban con raptarlo en dulces y delicadas mariposas —. ¡Debes de estar más atento! ¡Vienen por detrás de ti! 

El padre de las gemelas, sin pensárselo dos veces, se dio la vuelta y propinó una buena patada en la delantera del ogro que iba a atacarle. Su zapato quedó completamente pringoso debido a la mucosidad de la que están cubiertos aquellos horripilantes seres y también poseía un par de manchas de sangre que habían quedado por debajo de aquella masa viscosa.

—¡Bien hecho!

El pueblo se había unido y sus habitantes peleaban codo con codo tal y como lo hicieron en el pasado. Los hombres en mejores condiciones, atacaban a los monstruos directamente mientras que las mujeres sinmagia ayudaban con la vigilancia y con la preparación de mejunjes asquerosos bajo la tutela de la tía de Shirley, la cual era experta en este campo.

 Sin embargo, no todo lo bueno es para siempre, y al igual que la magia había comenzado a fallar en los chicos, parecía haber desaparecido de muchos de los mágicos que combatían, viéndose obligados a recurrir a pelear como sinmágias. Pocos eran aquellos a los que todavía les quedaba energía para algún que otro conjuro.

—¡Atención! ¡Roble está en peligro! —exclamó Bill, el mayor de los hermanos Corbirock —. ¡El alcade dice que lo rodeemos y lo protejamos!

—¡Pero de esa manera estaremos llevando la batalla al corazón del pueblo!  —reclamó Joe que acababa de librarse del agarre de unas plantas venenosas —. ¡Las casas quedarán destruidas!

—¡Bill tiene razón!  —contraatacó en ese instante el leñador Mc Dock que se acercaba a donde se hallaba la disputa —. ¡Las casas, las tiendas, los jardines...! ¡Todo da lo mismo! Si Roble cae, el pueblo se verá destruido por completo ya que sus raíces levantarán el terreno, ¡eso es mucho más complicado que reparar un tejado roto o una fuente hecha añicos!

Con la explicación del leñador, todos los marineros y los ciudadanos que defendían el muelle dejaron sus casas y sus barcos a su suerte y corrieron calle arriba con objetivo de llegar a la plaza de Roble lo antes posible.

El señor Cicero estaba entre ellos, pero algo cambió cuando de la nada, escuchó unos gritos que le llamaban a lo lejos... Levantó la vista y escrutó el cielo en busca de esas voces, quedando horrorizado cuando descubrió que estas eran de su mujer, que estaba siendo raptada.

El padre de Babu y Vi, no tardó más de dos segundos en entrar en pánico ¡Se estaban llevando a su esposa!

 —¡Tienes que aguantar Dalia! —gritó utilizando sus manos para amplificar su voz —. ¡Por las niñas!,¡Los demás!, ¡eh! ¡Tenéis que ayudarme! ¡Qué alguno de vosotros corra a avisar a mi cuñada y los demás ayudarme a derrotar a la bestia que tiene secuestrada a la madre de mis hijas!

Con el corazón en un puño y la respiración agitada, el hombre echó a correr hacia la muralla, dirección a la que llevaban a su mujer, seguido de Joe, el señor Burdock y el luthier Mc Mike.

—¡Luthier! —lo llamó—, ¡Tienes que hacer algo! ¿No podrías convertirte en...? ¡Yo que sé! ¡Cualquier cosa que pueda volar para rescatar a Dalia!

—Lo lamento, lo intenté pero no pude. Es como si mi magia me hubiera abandonado.

 El padre de las gemelas cada vez estaba más tenso y nervioso.

—¡Burdock, Joe!  — Se volvió hacia ellos rápidamente, pero antes de formular siquiera la pregunta, ambos negaron con la cabeza.

—¡Me pasa lo mismo!  —contestó el padre de Grisam sin saber que hacer —. Siento ser inútil pero no noto la magia correr por mis venas ¡No puedo realizar conjuros! ¡Ya he probado y nada!

Fairy Oak: Una nueva batalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora