El sol resplandeciente se asomaba por el horizonte en una agradable y fresca mañana de principios de septiembre en Fairy Oak.
Ya podíamos oler desde casa el suave aroma a castañas que envolvía nuestras fosas nasales sobre esas fechas. Ya podíamos observar como los árboles dejaban caer sus hojas y las teñían de distintas tonalidades de marrón, o ver como Joe, el conserje de la escuela, comenzaba a barrer la puerta de ésta, preparándolo todo para el inicio del curso.
¡Adoro el otoño! ¡Es perfectisimamenteperfectisimo!
La sensación que te da el viento al acariciar tus cabellos es única en esta estación, ¡Es algo completamente especial!
Es una cosa así como la época para reiniciar, para empezar de nuevo. La lluvia limpia las calles del pueblo, las hojas se caen, los animales se refugian y los niños van de nuevo a clase, ¡Es una nueva oportunidad para mejorar!
Además, en toda mi larga vida de hada nuca había tenido tantas ganas de que llegase de nuevo la estación, ¡Iba a volver a ver a las gemelas! Esas semanas sin ellas se habían hecho eternas...
Añoraba a Vainilla, la pequeña de las dos. A sus sonrisas dulces, al olor a limpio de su ropa,verla estudiar, escucharla platicar alegremente, ayudarle a elegir un vestido para cada ocasión, acompañarla a ver la marejada en el muelle...
Y Pervinca, mi Vi, mi brujita de la oscuridad no se quedaba atrás ni mucho menos. Aunque no me lo demostrara tanto como su hermana, sé que me aprecia mucho, al igual que yo le aprecio a ella. Y debo de admitir que ese tiempo había sido duro sin sus bromas, su sarcasmo habitual, sin sus miradas rebeldes pero atractivas, sin oirla gruñir, sin verla reir, sin escuharla quejarse por las mañanas...
Sin ellas, ¡Yo estaba incompleta!
Ya me negué en rotundo en su momento a que las gemelas se fueran a aquel campamento con su curso ¡Sin hadas! ¡¿Qué les costaba meterme en sus planes?! ¡Iban a ir solas!
Mamá Dalia opinaba lo mismo que yo, pero el señor Cicero y mi bruja insistieron.
-"Es un buen momento para que nuestras hijas vivan una experiencia libre de cuidados de un hada niñera y así puedan desarrollar más independencia".
¡Independencia! Lo que acababa de oir... ¡Las niñas ya eran lo suficientemente independientes para sus trece casi catorce años de edad! ¡Sobre todo Vi!
Y eso que no se habían llevado a toda la banda, solo al curso de mis niñas ¡tenía que ser su curso!
Por lo menos no era la unica que se sentía así... Mis compañeras las hadas algunas estaban incluso peor que yo...
-"Hada de los deseos! ¡Haz que Flox regrese sana y salva! Te lo pido por favor, por favor..." -decía siempre Pífano. Desde su llegada a nuestro valle no se había separado ni un solo instante de la pequeña amiga de las gemelas y el campamento de verano había sido la primera vez que habían estado separadas.
La madre de Acantos por ejemplo, era otro tanto. En mi opinión creo que era una de las que más se preocupaba. Con el nacimiento de la hermanita del hijo de los Bugle, su madre ya se había acostumbrado a que alguien estuviese siempre a cargo de sus hijos. Y al no saber como estaba su hijo cada vez que le mencionabas el tema se ponía echa una furia.
Y bueno también estaban los otros niños, como Cicerbita, que no sabía nada sobre su amiga Nepeta, los hermanos Corbirock, que no sabían que estaría haciendo Francis, o Sophie, que siempre había sido la pequeña y al encontrarse entre amigos suyos todavía más mayores se sentía algo incómoda.
En general, sin algunas de esas pequeñas pestes Fairy Oak se veía mucho más vacio.
Desgraciadamente , para Vi y Babu, la víbora... que diga, la hija del alcalde y de aquél monstruo (si, es el termino más preciso) que tiene por esposa decidió asistir también, haciendo que Pervinca se plantease seriamente si ir. En el último momento, Vainilla hizo algo de magia de gemelas que consiguió convencer a su hermana. Aún no consigo saber como lo consiguió.
Muchas veces mi instinto de protección hacia las gemelas me hacía tentar de si ir a escondidas a echarles un vistazo, ¡Solo para asegurar que no les había pasado nada! Pero Tomelilla me había hecho prometer que no iría, y yo no incumplo una promesa jamás.
Puede que el unico a parte de Dalia y Cicero que se acercara más a mi situación fuese el capitán de la banda, Grisam Burdock.
Varias han sido las veces que me lo he encontrado pensativo y suspirando en la plaza de Roble, dejando llevar sus pensamientos hacia mi querida Vi. En esos momentos, cruzábamos miradas, nos sonreíamos y nos entendíamos.
Grisam es un joven muy guapo y muy atractivo. Era inteligente, valiente, carismático y sé que quiere mucho a Pervinca, ¡Es una chica muy afortunada!
El corazón de Vainilla por el contrario, se lo había llevado un joven guapo e inventor. Él había tenido que marcharse, (no sin antes haber prometido volver por ella) unos días después de que venciéramos al Terrible 21, uno de los enemigos más peligrosos que había pasado por Fairy Oak.
Tanto Vainilla como él se querían y comprendían de una manera especial para ambos y sé que Babu lo echa muchísimo de menos. Le escribe un diario, y le cuenta las cosas que le pasan, lo que piensa, lo que siente y lo mucho que lo quiere.
En esos momentos en los que Babu se ponía triste, Vi movía cielo y tierra para lograr una sonrisa de su parte e intentar que no piense en él.
Agradezco mucho a esa peste esa clase de cosas.
De repente mis antenas recibieron un mensaje de Pic, una de mis amigas hadas. Desde su casa había visto un grupo de jovencitos y jovencitas a caballo dirigiéndose hacia aquí.
Yo no cabía en si de gozo.
Me levante de mi pequeño escritorio y corrí a buscar al señor Cicero, que se encontraba ya levantado en el estudio en compañia de Dalia.
-Buenos días Feli, espero que hayas descansado. Nosotros hemos tenido toda la noche el ruido del viento golpeando en los cristales. -comenzó a decir la madre de las gemelas con una sonrisa en su rostro. -Si buscas a Tomelilla está en la habitación de los hechizos...
En ese mismo instante llamaron a la puerta. Cicero y Dalia se miraron entre si sorprendidos y fue entonces cuando yo exclamé:
-¡Las niñas! ¡Han vuelto!
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Fairy Oak: Una nueva batalla.
FanfictionHan pasado ya un par de años desde que el Terrible 21 abandonó Fairy Oak, pero, ¿Y si un nuevo peligro acecha el valle de Verdellano? ¿Por qué se caen los árboles? ¿Por qué Pervinca vuelve a tener pesadillas? Las gemelas se enfrentan de nuevo a una...