Capítulo XXIX.-Si tu no estas

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POV VALENTINA

Cuando desperté, me hubiera gustado saber que lo qué pasó ayer fue un sueño, pero el dolor que aún sentía, me devolvió a la realidad. Dormí muchísimo tiempo y ahora tenía menos tiempo para ver a juliana, y no sabía que hacer. Estaba incomunicada y encerrada en mi propia casa.
Opte por hacerle una carta y dársela a alguien que estuviera más de mi parte que la de mi padre, sin duda alguna Michel tenía que ayudarme, tenía que verlo antes de irme y el sería mi cómplice perfecto para esto.

POV JULIANA

Como pude, me levante de la cama, no tenía ganas de nada, pero mi madre lo logro, nos quedamos en la casa y decidió hacerme el desayuno, y creo que está dispuesta a hacer de todo para que mi ánimo mejore, aunque no creo que lo logre, la única persona capaz de cambiar mi mood es Valentina.

Durante toda la mañana, no podía dejar de pensar en Valentina. Y las palabras de mi madre ayer, me habían ayudado lo suficiente para agarrar valor e ir a buscarla a su casa, estaba dispuesta a meterme en la boca del lobo, haría todo lo que estuviera en mis manos, así como cuando el príncipe azul pelea contra todo tipo de monstruo por su princesa, en este caso leon vendría siendo la bestia del cuento, mientras Valentina era mi princesa.

Una vez lista, agarre mi Coupe, si, el que Valentina había vomitado. No saben lo que daría por qué lo volviera a vomitar, suena raro, pero la extraño.
En fin, tomé un poco más de valor y agarre camino hacia su casa, no estaba tan lejos, entonces no me tomaría mucho tiempo.

Llegue, estacione el auto, y baje. Fui a su puerta, pero antes de llegar unas personas de seguridad se acercaron a mi.

S.- Disculpe, no puede estacionar su auto en esa parte.

J.- Vengó a ver a Valentina Carbajal.

S.- Cual es su nombre?

J.- Juliana Valdez

S.-Usted no puede estar aquí señorita, tenemos órdenes para no dejarla pasar y tiene que estar lejos de esta propiedad

J.- No se quien es usted, pero yo no me voy a ir de aquí hasta que Valentina hable conmigo.

S.- Por su propio bien, le recomendamos que evacue la zona.

J.- Necesito ver a Valentina, NO ME VOY A IR (estaba empezando a desesperarme)

Los de seguridad se acercaron a mi, y sin darme cuenta ya me estaban cargando de regreso a mi auto.

S.-Señorita tenemos órdenes del señor leon, por favor váyase.

Sin pensarlo corrí hasta su puerta, pero ellos me detuvieron y me volvieron a cargar por los hombros. Estos señores no iban a dejarme pasar por nada del mundo, entonces sin pensarlo, le solté un puñetazo al hombre más pequeño, el cual cayó al suelo, en cuanto esté se levantó, me tiro un derechazo que hizo que todo mi mundo girara.

S.- Señorita si no se va por las buenas tendrá que irse por las malas, usted lo decide.

En mi cabeza solo estaba Valentina, y necesitaba verla, así que sin más, me levante y encare a los dos hombres, el mas pequeño me veía con tanta furia, me lance contra el, le volví a dar un puñetazo en la parte baja del abdomen, el wey se dobló, en cuanto se reincorporó, me dio un golpe en la nariz, la cual empezó a sangrar al segundo en que me golpeó.

Mientras el hombre y yo peleábamos, cerca de la puerta estaba el grandulón, estaba hablando por un manos libres que traía, se le veía confundido, pero lo último que dijo fue "entendido señor".

Mientras yo me recuperaba del golpe, se acercó a nosotros, lo volteé a ver y sin darme cuenta sentí un golpe en el abdomen que hizo que me tirara al suelo. El grandulón empezó a tirarme patadas junto con el otro sujeto, solo empecé a sentir como todo el cuerpo me dolía. Entre los dos volvieron a levantarme, y me dieron un último puñetazo, que hizo que me abriera el labio, y esto hizo que se intensificara el sabor de la sanngre en mi boca.

-ESTARÉ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora